En su casa, mate de por medio y en cuidado permanente de su segunda hija que gatea por la zona. Su remera de los All-Star, la 13 de Harden, reluce. Martín Müller recibió a DIARIOSPORTS en su hogar, “su bunker” para recargar energías de manera constante.
Su buen humor siempre está, pero ahora un tanto contenido. El momento de San Isidro lo lleva a estar alerta, cada palabra que dice le sale de adentro, bien de adentro. Se entusiasmó, como la gran mayoría antes del inicio de la temporada, con estar peleando arriba pero el presente indica otra cosa.
El base sanfrancisqueño apunta todos sus cañones al domingo, en el choque con Mitre de Tucumán que puede significar la definitiva permanencia en la Liga Argentina: “No tenemos que mirar nada de la tabla, el domingo es un partido límite para nosotros. Es un momento en el cual nos tenemos que enfocar en que tenemos que hacer para ganarle a Mitre, no analizar lo que tiene que hacer o no el resto. Tenemos que ganar de la manera que sea, no hay más margen de error”, le dijo de manera contundente a DSP.
La presión, el saber absorberla y lograr ejecutar la idea en su plenitud. El pelear abajo te quita recursos, pero eso Martín lo tiene claro: “Nosotros con esta situación extrema hace bastante partidos que la venimos teniendo, contra Echagüe ya se vivió de manera decisiva esa semana. Desde allí sabemos que cada juego vale el doble, metimos unos resultados que nos da un hándicap pero tenemos que meter uno más. Encontramos en los últimos partidos, salvo con Parque en Córdoba, una forma distinta de juego que tenemos que repetir. Tenemos que ser más intensos, más desde lo actitudinal y sabemos que no podemos dejar pasar más oportunidades. Me ha tocado estar en equipos como Libertad con la presión de ganar en todos lados y hasta en torneos internacionales, pero jugar para abajo las presiones son distintas, esta es durísima, te desgasta el doble, se vive con una tensión, el autoestima te juega a favor y en contra, pero muchas veces depende de la mentalidad del jugador”, subrayó.
Formar un equipo, manteniendo una gran base y mechando jóvenes con proyección, con intenciones de luchar en puestos de vanguardia. Ese fue el plan, como siempre busca San Isidro, pero el resultado no les viene jugando como lo pensado: “Nosotros este año, a priori, se estipulaba que íbamos a pelear en los primeros puestos, la pretemporada fue muy buena pero durante el lapso del año fue cambiando todo, siempre nos vimos abajo y eso generó una situación difícil y no supimos sacar a flote lo que el equipo necesitaba, hoy estamos por ese camino y no cumplimos el objetivo, nos queda una partido más para ganar. Hoy somos un equipo corto y está en evidencia y muchas veces se nota. Había un plan para que los juveniles tengan una participación importante, tuvieron su momento y algunos lo aprovecharon de una manera y otros no tanto. Las temporadas van mutando, la situación es crítica como jugar por quedarte o no en la categoría y allí los jugadores experimentados tienen que estar más tiempo en la cancha, porque se genera una diferencia desde el criterio arbitral, también del rival a la hora de tomar recaudos. Cuando compartidos más minutos los jugadores experimentados logramos jugar mejor, después los juveniles le dan una frescura”, explicó.
Por último, dejó de lado en cansancio físico que se genera, no lo pone como excusa: “En algún momento se siente el cansancio, pero hoy la mentalidad tienen que estar por arriba de ello, la cabeza y el corazón nos tiene que llevar a enfrentar el partido y no las piernas, es un momento para entregar todo y cuando digo todo es todo, hoy lo más importante es la institución y terminar la temporada de la mejor manera posible, ganar un partido más primero y después ver si podemos entrar a playoffs”, concluyó Müller.
