Básquet

“Este es un grupo impresionante”

Agustín Carnovale tiene 36 años, se tuvo que adaptar a un dinámico San Isidro, no tira lo que tiraba, por ende, no anota lo que anotaba, pero se propuso estar al cien por ciento: “Me siento sinceramente como si fuese mi cuarta temporada acá”, le dijo en un mano a mano a DSP.


Siempre de buen humor, estaciona su monopatín eléctrico, se saca el casco, entra al club y saluda a uno por acá, levanta la mano al de allá, su ingreso a San Isidro no pasa desapercibido. Agustín Carnovale, el exrasta y actual barba no oculta su felicidad, por el momento deportivo del rojo sin duda, pero también desde su perspectiva personal.

Es un tirador, es un anotador, eso siempre lo caracterizó en los casi 20 años jugando de manera profesional. Hoy con 36 años llegó a un súper joven San Isidro que “vuela” desde lo físico, que podría haberlo dejado expuesto en velocidad, pero que su ímpetu y compromiso achicaron la diferencia etaria para transformarse en “uno más” de los pibes que ostentan un récord de 8-1 en Liga Argentina, el mejor arranque de la historia para el “santo”.

“La verdad que venimos muy bien, estamos en un proceso en el cual tenemos que buscar el mejor funcionamiento del equipo. Un beneficio que tenemos es que los chicos se conocen muy bien de la temporada pasada, solo tuvimos que insertarnos nosotros con Santiago (por Ludueña), eso es más sencillo porque viene una química de equipo. Esas ganas que le ponen, como nos sumaron al grupo, que nos hacen sentir muy cómodos, todo eso lleva a estar en este momento que es muy bueno. Nos tenemos que enfocar en los objetivos finales, seguir por este camino haciendo las cosas como las venimos haciendo” le comenzó diciendo a DIARIOSPORTS previo a un nuevo entreno rojo.

¿Con que San Isidro te encontraste?
Me encontré un Club muy serio, sabía donde venía. Es un grupo de personas que me tratan muy bien, que me abrieron las puertas, esto la verdad parece una familia y da mucha confianza a uno, me siento sinceramente como si fuese mi cuarta temporada acá, para un jugador es fundamental más allá de los años que tenga, te ayuda a trabajar mucho más tranquilo, a disfrutar. Yo tengo 36 años, disfrutar así la temporada con lo que estamos corriendo me hace sentir más joven, estoy con muchas ganas; todo eso engloba lo que estamos hablando, es una institución familiar y esto ayuda a estar en muy buen momento. Siento que hay mucha química en este grupo, sinceramente no me ha pasado en otras temporadas, siempre se arman grupos de dos o tres; esto es un grupo impresionante y ojalá que se pueda mantener, estoy hasta sorprendido.

¿Correr a la par de los más jóvenes te hizo pensar en qué le puedo aportar al equipo desde tu experiencia?
Ni bien me surgió la posibilidad de venir fue una sensación rara, se lo que es San Isidro, la filosofía que tiene. Me puse como meta al aceptar el desafío de dar siempre el cien por ciento; por ahí me venía pasando que cuando vas creciendo te lleva a regular para llegar a playoffs de la mejor manera y acá no, dije venir a dar todo desde el arranque, sin enfocarme en pensar si llego con piernas a los últimos minutos de juego, acá la verdad que estoy tranquilo porque cuando entro trato de leer lo que falta en ese momento, me gusta tirar al aro, por ahí me enojo, pero se que tengo que estar tranquilo porque soy el más grande aportando experiencia.

La ilusión que se genera por el arranque, ¿Te lleva a poner paños fríos en el vestuario para nunca relajarse o este presente también te contagia?
Te soy sincero que luego de ganarle a Ameghino y a Barrio Parque, los dos de visitante, uno se ilusiona. Hacía muchas temporadas que yo no ganaba de visitante contra rivales candidatos jugando muy bien, uno se ilusiona, pero hay que estar tranquilo. Me tocó estar en el San Martín de Corrientes que nos perdimos dos ascensos, y eso duele mucho más; por eso tenemos que tener esta humildad, seguir manteniéndola, esto recién arranca.

Cuando tenías 20 años terminabas con 30 puntos, ¿Alguna vez pensaste que a los 36 ibas a estar defendiendo como lo estás haciendo?
La verdad que no (risas), es mi 18° temporada, nunca me imaginé encontrar ejercicios defensivos que jamás los tuve, eso es gracias a Pirincho que me da manija todos los días, a Dani Pérez que me hace hacer ejercicios para estar a la altura de los chicos. Es un gran desafío, nunca me lo imaginé y lo estoy disfrutando. Siempre pensé que la defensa era castigo, renegar y esta temporada me estoy dando cuenta que no, me la pasé renegando, pero no es así. Estoy feliz por el momento que estoy viviendo en este Club.

Volver

TE PUEDE INTERESAR