Hace solo unos días, Netflix estrenó el documental: “Fangio, el hombre que domaba las máquinas”. Y hubo una historia que unió al quíntuple campeón mundial de Fórmula 1 y para muchos el más grande piloto de todos los tiempos, con nuestra ciudad y dirigentes locales, la que merece contarse con lujo de detalles.
Si bien tengo algunos recuerdos, por haber acompañado a mi padre Juan Giustolisi en aquellos momentos, como todo nene curioso que tiene 10 años y no se quiere perder una, recurro también a la memoria de Eres Alisio, amigo e histórico dirigente que vivió en persona, todo lo que juntos contaremos a continuación.
El centenario
En el año 1986, en ocasión de los festejos por el centenario de nuestra ciudad, se logró realizar una excelente exposición de automóviles históricos y de competición, con los más grandes del automovilismo nacional, en aquella oportunidad visitó nuestra ciudad Juan Manuel Fangio, José Froilán González, Juan Manuel Bordeu y otros, organizado por el San Francisco Auto Club.
Así lo recuerda Eres Alisio: “Para 1986 vino una delegación del Automóvil Club Argentino (ACA) con Fangio, su sobrino Juan Manuel Fangio Jr., Froilán, Bordeu y Martínez Boero. Se habían traído los Fórmula 2 que tenía el ACA, que habían corrido en Europa con Reutemann y se había realizado una muestra en el galpón donde hoy funciona el Supermercado Pingüino”.
La invitación
“Unos 20 días antes, viajamos con Carlos Francucci, con quien durante muchos años estuvimos vinculados al ACA, a Buenos Aires e invitamos a Fangio, quien enseguida nos dijo que sí. Fue en la sede de la institución, en una reunión en la que estaba el gobernador de Córdoba, el Dr. Angeloz, y estábamos trabajando en detalles de la fecha del rally mundial en Córdoba”.
“En el almuerzo, ese día, que compartimos, nos dijo que sí Fangio. Luego, él mismo invitó a Froilán y lo había invitado también a Oscar Gálvez, pero ya estaba muy enfermo y no pudo venir. Los fuimos a buscar con tu padre, Juan, a Córdoba. Llegaron el día anterior, comimos un asado íntimo en la noche con algunas personas y luego nos quedamos charlando hasta la madrugada en el Hotel Libertador. Al otro día se hacía la fiesta, que fue realmente muy linda, con mucha gente, además de la exposición de máquinas”.
La cupé
El auto con el cual Juan Manuel Fangio había disputado la histórica carrera Buenos Aires-Caracas, una cupé Chevrolet 1939, se decía que estaba en manos de una persona de nuestra ciudad.
En esa carrera, la más larga y peligrosa de toda la historia del Turismo Carretera, realizada en 1948, Fangio tuvo uno de los accidentes más importantes de su carrera deportiva, antes de llegar a la Fórmula 1. A la altura del pueblo peruano de Huanchaco se precipitó barranca abajo tras salirse del camino y se produjo el fallecimiento de Daniel Urrutia, su copiloto, además de heridas de consideración para el propio Fangio.
Eres, cuenta al respecto: “Fue una larga negociación que encabezó tu padre, Juan. La hizo junto a Bordeu para llegar a un acuerdo con el Sr. Jaime de nuestra ciudad, quien la había comprado en una chacarita y la había arreglado toda, estaba bastante linda, porque estaba chocada del lado del acompañante”, rememora.
“Se concretó por el intercambio de un Peugeot prácticamente nuevo, gasolero y finalmente fue llevada al Museo Fangio en Balcarce”, agregó.
Fangio le había dicho a Juan Giustolisi, que mirara en el larguero que tenía las iniciales JD grabadas. “Si las tiene, es mi auto, pero igual quiero verla”, le indicó el quíntuple.
“Cuando estuvo acá, Fangio la reconoció enseguida, además por las secuelas del golpe del accidente. Se tiró abajo y tenía las iniciales de su nombre y del acompañante”, recuerda Eres.
Así fue como se llegó a la cupé que Fangio, para muchos el más grande de todos los tiempos, había utilizado en la Buenos Aires-Caracas, nada menos que desde San Francisco, para que la misma esté en exhibición en el museo en Balcarce.