Roberto Acuña se consagró campeón con San Lorenzo en la Liga Nacional. Jugó 35 de los 48 partidos de la temporada luego de su experiencia en México. En pleno descanso, habló con DSP y dejó en claro su nuevo objetivo.
Cuando saltó a jugar en Primera de equipos de Argentina, Roberto Acuña la remo siempre. Desde bien abajo inició su camino, Liga Provincial en San Isidro con 19 años. Ascenso a Liga B (2010) y al año siguiente otro campeonato con los Halcones Rojos para llegar al “viejo” Torneo Nacional de Ascenso (2011).
Dio un paso para atrás, en busca de envión. Sumó minutos en Sáenz Peña (Chaco) para volver a segunda categoría con Ciclista Juninense. Allí también fue campeón logrando llegar a la máxima división del básquet argentino.
Se mantuvo… por demás… “explotó” en sus condiciones, lo llevó “oveja” Hernández a Peñarol en 2015 mientras ya era observado por la Selección Argentina. Ahí nomás, luego de esa temporada con el “milrayitas” tocó el cielo con las manos. Con sus 2.08 metros se fue a Río de Janeiro para disputar con los Juegos Olímpicos junto a Ginóbili, Nocioni, Scola, Campazzo y Deck, entre otros.
Días atrás “cortó redes” con San Lorenzo. Roberto se sumó al equipo de Boedo en plena temporada tras su primera experiencia internacional en Soles de México y la decisión de regresar al país no fue en vano: “Era una meta ser campeón en Liga Nacional, porque me había frustrado mucho cuando veníamos bien con Gimnasia de Comodoro y se tuvo que suspender por la pandemia. No pensé que se iba a dar tan rápido”, le dijo a DIARIOSPORTS.
En la finalísima venció a Quimsa de Santiago del Estero en el quinto y definitivo encuentro en el estadio de Obras Sanitarias de Buenos Aires. “Se vivió muy intensa la final, con nervios, ansiedad, miedos que genera la presión de estar ahí. Creo que Silvio Santander nos metió en la cabeza de creer en nosotros mismos, que si bien estábamos abajo en el marcador, sabíamos que lo íbamos a levantar, teníamos esa mentalidad. Me llamó Marcelo Tinelli, fue por videollamada. Así se comunicó con todo el plantel uno por uno, nos felicitó y hablamos algunos minutos”, comentó.
Acuña, con el título con San Lorenzo, completó su lista nacional. En todas las categorías del básquet argentino se consagró: “Es algo muy lindo en lo personal salir campeón en todas las categorías, son esas cosas que te hacen valorar todo. Este tiene un sabor distinto, porque no pudimos festejar con la gente, con la familia y todo lo que habitualmente se hacía cuando se salía campeón. Jugar en una pandemia como la que estamos viviendo fue muy duro, en lo deportivo nos costó muchísimo, otras veces San Lorenza había ganado con mayor holgura y con muchos extranjeros. Salir campeón de esta manera vale mucho, no me anotaba como candidato, Quimsa y Regatas estaban por arriba nuestro, pero en playoffs sacamos la chapa de ganador”, resaltó.
En comparación con la Liga Provincial y Liga B con San Isidro, y con Ciclista en el TNA, el jugador oriundo de Rafaela, que vive en nuestra ciudad, dijo: “Cada final tuvo su cosa especial. Las de San Isidro por ser los primeros y ser pibe con 19 años y dos veces seguida. Después con Ciclista cuando no daban mucho con el equipo que teníamos y dimos el golpe ganando contra Instituto. Esta tiene también sus cosas especiales por estar en la historia de un club como San Lorenzo”.
En pleno descanso tras la extenuante tarea, Acuña lejos está de relajarse. “Un par de días y de nuevo a trabajar. Estas cosas te dan ganas de ir por mucho más, quiero volver a estar en la Selección, de que me citen para pelear un puesto, de poder estar en los Juegos Olímpicos y si no se da, no se da, pero quiero luchar por eso. Todavía sueño con poder ir a jugar en Europa, quiero explorar ese básquet, así sea en segunda división, pero quiero ir allá”, completó.
