Básquet

San Isidro sentirá la baja de González

Si Santiago toma la decisión de dejar la actividad profesional, los Halcones Rojos perderán una ficha por demás importante en su estructura. No sólo por lo que significa el pivot, sino también por la dificultad para conseguir un reemplazo de esa talla.


Nada tiene lógica, todo está “atado con alambre” en el básquet a nivel nacional y aún más la incertidumbre se profundiza en la Liga Argentina como así también en el Torneo Federal, categorías que no tienen nada seriamente programado y que además cuenta con directivos que no alzan la voz en post de respuestas concretas, como si las tiene la Liga Nacional.

Las desprolijidades continuas desvirtúan el “normal” desarrollo, o al menos una planificación que tendría que ser más clara en siete meses de pandemia. Jugadores sin fuentes de ingreso, cuerpos técnicos buscando otras salidas laborales, clubes con puertas cerradas y un panorama que no tiene horizonte a la vista.

Todo ese “combo” llevó a Santiago González a la posibilidad de adelantar su retiro del básquet profesional. Ya estaba instalado en San Francisco a la espera de los entrenamientos en San Isidro, pero la AdC se encargó una y otra vez de no dar precisiones, ni mucho menos tranquilidad.



El interno arma las valijas y con su familia van en busca de estabilidad a Posadas, allí pondrá la “cabeza en frío” para analizar y en noviembre responderle a los directivos de los Halcones que hará de su vida deportiva.

Si la respuesta es NO, el “santo” perderá una ficha que rápidamente se había transformado en prioridad por calle Corrientes; un interno que asegura rendimiento y manejo de grupo; salir al mercado nuevamente no será sencillo, la “carta” de opciones se redujo y la posibilidad de contratar extranjero cada día que pasa, parece ser una utopía por la suba de la divisa.

La Liga Argentina lleva a eso; no saber cuando se comienza, ni como se jugará y ahora también a rearmar equipos por las bajas que dicen basta a la informalidad.


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