Sebastián Porta, entrenador de San Isidro, habla en la previa de la gran final ante Racing de Chivilcoy. Sereno, enfocado y disfrutando el presente, analiza el momento del equipo antes del primer juego de la serie decisiva por el ascenso.
San Isidro jugará desde el próximo martes 27 de mayo la final de la Liga Argentina frente a Racing de Chivilcoy, en una serie al mejor de cinco partidos. Su entrenador, Sebastián Porta, vive la previa con una calma que contagia. Lejos del dramatismo, confía en el trabajo del día a día y en la experiencia acumulada.
¿Cómo estás viviendo estos días previos? ¿Ya se siente algo especial?
Tranquilo, la verdad. Soy una persona tranquila, emocional, pero tranquila. Disfruto del día a día, disfruto el hoy. Obviamente, la proyección, los nervios o lo que se siente por dentro tal vez aparezca cuando arranque la final, pero ahora no. Estoy bien.
¿Y eso no te sorprende? ¿No sentís que hay algo distinto en el ambiente?
No. No es raro para mí. No sentí nada fuera de lo común. Tal vez Juli (por Badosa, su asistente en el cuerpo técnico) se sorprende, pero es parte de mi forma de ser.
Imagino que no todos lo viven igual. ¿Qué hacés con los jugadores más ansiosos?
Los dejo que fluyan. No le doy demasiada importancia a eso. Me enfoco en otras cosas. Para eso también lo tenemos a Santi, nuestro psicólogo. Él trabaja mucho ese tema en las reuniones grupales que organiza. Se habla de la ansiedad, de cómo manejar los tiempos. Siempre el consejo es el mismo: enfocarse en el presente, en el trabajo de cada día, no mirar demasiado más allá.
¿Te sirvió la experiencia previa en otras finales para este momento?
Es buena pregunta. Nunca me puse a pensarlo. Supongo que puede ser… He jugado finales como jugador, como asistente. Estuve en tres campeonatos argentinos, y también en la final del ascenso con Libertad. Tal vez eso me da cierta tranquilidad hoy. Pero no es algo que tenga muy presente. Entiendo que es un partido más, un partido de básquet.

¿Qué tipo de serie esperás contra Racing?
Muy física y muy disputada. Somos dos equipos largos, con buenos jugadores, con puntos en la mano. Durante la temporada, en distintos momentos, los dos defendimos muy bien, permitimos pocos puntos. Nosotros lo hicimos en la Apertura. Ahora tuvimos unos días para refrescar nuestros conceptos ofensivos y defensivos, y desde hoy empezamos a trabajar más específicamente en el scouting de Racing.
¿Cómo ves al equipo después del largo parate?
Recuperamos físicamente a varios jugadores, y eso es una ventaja. También descansamos mentalmente, mientras otros equipos seguían compitiendo. Pero claro, no tenemos hoy una certeza real de cómo estamos como equipo. No lo sabremos hasta que arranque la serie. La intensidad y las ganas van a emparejar eso.
¿San Isidro necesita volver a ser ese equipo del Apertura?
Totalmente. En ese momento éramos un bloque defensivo muy fuerte. Nos hacían 68 o 69 puntos por partido. Y cuando defendés bien, corrés mejor, atacás más cómodo. Nuestro mensaje siempre fue construir desde atrás. En esta final tenemos que volver a eso.
¿El rendimiento individual condicionó lo colectivo en la segunda parte del año?
Sí, pero también fue algo normal. Hablé con entrenadores muy reconocidos que me dijeron que, tras campeonar, es lógico cierto bajón inconsciente. Nosotros ganamos cuatro partidos al principio del Clausura y después nos costó. También tuvimos lesiones importantes, como las de Álvarez y Suñé, que nos afectaron. Pero ahora estamos enfocados en la final.
¿Cambia el mensaje para estos partidos?
No. El mensaje es el mismo. Aprovechamos estos días para refrescar conceptos ofensivos y defensivos. Pero no vamos a cambiar lo que venimos haciendo. Los jugadores conocen a sus rivales, vieron los partidos. La clave es disfrutar, como les digo siempre: de 32 equipos, solo quedan dos. Y uno de esos somos nosotros.
¿Y vos? ¿Te permitís pensar en lo que significaría entrar en la historia?
No le doy bola a eso. No es por falsa humildad, pero sinceramente no pienso en eso. Claro que el reconocimiento es lindo, que reconozcan tu trabajo, el del cuerpo técnico, de todos. Siempre lo dije: trabajamos de manera horizontal. Yo tomo la última decisión, sí, pero las ideas, el trabajo, es de todos.
¿Sentís que pase lo que pase, esto no te va a cambiar?
No, en absoluto. Estoy muy contento con lo que conseguimos este año, con la forma en que lo vivimos y lo trabajamos. Ojalá podamos coronarlo, sí. Pero pase lo que pase, mi forma de ser va a seguir igual. Aunque, claro, si ganamos… el sabor va a ser distinto.