Los Halcones Rojos se preparan para la 2022/2023 de Liga Argentina. Por segundo año consecutivo iniciará la competencia con una ficha mayor menos para darle lugar a los “pibes”. La posición de base es la prioridad por calle Corrientes.
Aún no terminó la 21/22 al estar disputándose la final por el ascenso a Liga Nacional entre Independiente de Oliva (2) y Zárate Basquet (0), pero en calle Corrientes los objetivos ya se titulan 2022/2023.
San Isidro trabaja en el armado de su plantel para la venidera Liga Argentina y las intenciones de la dirigencia como del entrenador Daniel Beltramo es renovar con la mayoría de los jugadores que llegaron a semifinales de conferencia.
Los Halcones Rojos enfrentará una nueva edición de la segunda división nacional con cinco fichas mayores, de las seis que por reglamento está permitido. Así mismo lo hizo en la pasada y volverá a repetir la fórmula para darle lugar a los “pibes” que vienen formándose.
Juan Cruz Oberto, jugador que fue adquirido por San Isidro al inicio de la temporada pasada, ya está entrenando y es una fija. Santiago Assum, que también pertenece a la institución de nuestra ciudad, dejó de ser U23 y ahora ocupará ficha de mayor. La intención que tiene el “santo” es renovar con Emilio Stucky y José Montero (se encuentra en la ciudad y aprovecha su estadía para entrenar en el club). A ellos cuatro, un base es la prioridad para completar los “mayores”.
Los que seguirán sumando protagonismo son Santiago Bruno, Federico Zezular, Ignacio Cuesta y Jerónimo Suñé, todas fichas U23. En el juego interior, Jeremías Diotto tendrá el camino más allanado para ganarse sus minutos. Valentino Salamone y Vicente Aquadro, que ya debutaron en Liga Argentina, continuarán con el proceso de crecimiento.
Así es el esquema “ideal” que dibujaron en calle Corrientes; quedando a consideración si las renovaciones pueden efectuarse. Si así se cumple, San Isidro solamente tendría un solo refuerzo para la 2022/2023.