El base de El Ceibo, Martín Muller, pretende seguir con su carrera como jugador. La cuarentena no lo hace poner punto final y sigue poniéndose a punto para volver de la mejor manera.
A sus 35 años el basquetbolista de nuestra ciudad analiza el panorama del básquet post pandemia. Si bien quiere seguir jugando, ya empieza a pensar en su futuro pero siempre ligado al básquet
Sobre los más de cien días sin actividad formal, Muller dijo que “al principio se hacía un poco más fácil entrenar sólo, guiarse por tutoriales y la motivación estaba más a flor de piel porque pensábamos que iban a ser algunos días. Con el correr de los, de a poco se va haciendo más difícil”.
Agregó que “yo la llevo bien, estoy con ganas de entrenar pero la verdad que hacerlo sólo cada vez me cuesta más”.
La idea de la vuelta es la principal motivación que siente el jugador, según el base de El Ceibo. “La principal motivación de todo deportista es competir. Eso porque el jugador sabe que la competencia en algún momento va a comenzar y seguramente queres estar a la altura. Uno siempre quiere competir de la mejor manera que se pueda y mostrar la mejor versión de uno”.
A su vez afirmó que “va a costar un tiempo adaptar el cuerpo de nuevo, poner la máquina en funcionamiento y coordinar como grupo también. El principal foco de la motivación tiene que ser mantenerse en estado y a pleno para cuando llegue el momento de volver”.
En San Francisco ya hace un par de semanas se puede salir a correr al aire libre y eso es beneficioso entiende el experimentado jugador. “Es bueno poder salir un poco a despejar la cabeza y no tener que entrenar encerrado y siempre en el mismo contexto. Pero en cuanto al hecho de tener que entrenar solo sigue siendo lo mismo”.
Asimismo expresó que “al no tener un horario estipulado de entrenamiento y cada uno tener que manejar sus tiempos, hay que tener una fuerza de voluntad más grande. De todas formas lo que todo el mundo extraña es el entrenamiento con tus compañeros”.
Sus ganas de seguir
Martín Muller se re plantea su futuro pero por el momento quiere seguir jugando al básquet pese a este parate tan largo.
“Nunca estuve tanto tiempo parado y con este contexto. Alguna vez estuve afuera de las canchas por lesión, pero cuando estas lesionado te demanda mucho más tiempo porque tenes que hacer kinesiología, ir a los entrenamientos, ir al gimnasio”, aseveró Muller.
Sobre este momento dijo que “lo que te mata es la incertidumbre y no tener un horizonte claro. Con el correr del tiempo me fue costando enfocarme para entrenarme más y se me está haciendo un poco difícil”.
Pese a todo ese panorama el jugador de El Ceibo asumió que “todavía tengo muchas ganas de jugar. No me planteo abandonar pero sí que ya me gustaría empezar a hacer algo como entrenador o asistente pero lo tengo todo en veremos a eso”.
Agregó que “todos estos momentos de incertidumbre te llevan a que por la cabeza te pasen un montón de cosas, pero las ganas de seguir vinculado al básquet las tengo y ganas de jugar todavía siento. Pero me picó el bichito de empezar a ejercer como entrenador”.
También expresó cómo ve el futuro del equipo. “Entiendo que se van a replantear los objetivos y se volverá a acomodar un poco todo. Me imagino que el club hará un balance interno a ver cómo sale de toda esta situación y a partir de ahí ver que quieren encarar”.
