Básquet

Tendrá que defender

Segundo tiempo de 48 puntos en el primer juego contra sólo 26 del restante. En Vicente López, San Isidro dependió mucho de su efectividad en tiros de tres puntos, pero mostró ser sólido cuando se convenció que en su propio aro estaba el principal negocio para ganar el juego.  
 
En la primera final ajustó detalles sobre Essengue y ejecutó el plan para frenar el pickandroll con Bruna como principal intérprete. No había arrancado bien, pero los halcones supieron como “secar” en los 20 minutos finales, recibiendo solo 21 puntos (11 y 10).  
 
Sorprendió a Platense con sus constantes cambios en reglas defensivas; lo llevo al terreno que lo incomoda y lo ajustició con Corzo y Suppi como figuras para el 1-0. Anotó 81 puntos con 40% en triples (11 de 27).   
 
El “calamar” salió distinto el domingo; no se cerró tanto en defensa, si bien le dejó en varios pasajes el tiro de tres puntos, tuvo mayor consideración ante los nombres que habían sido clave en el inicio de la final (Corzo 4 de 7 contra 2/2).  
 
“Creo que tenemos una ventaja en el poste bajo”, declaró Pablo Bruna posterior al juego 2 en el que brindó 8 asistencias siendo clave en los 36 de los 76 puntos que convirtió el local en la pintura (26 del rojo).  
 
Essengue y Blossom sumaron entre ellos 33 puntos el viernes y 32 el domingo; validando el análisis de Bruna. Ante esto, Sebastián Torre y su cuerpo técnico le buscaron alternativas para contrarrestar dichas acciones, la zona fue una solución por momentos, pero los aciertos de tres puntos del segundo enfrentamiento (36% contra 16%) derrumbó la continuidad de esa regla.  
 
De todas maneras, que el rival de turno tenga peso en el poste bajo no es algo nuevo para el “santo”. El trío Guaita-Velentine III- Romero en la llave ante Hindú y la dupla Rossi- Mikulas (podría sumarse a Landoni) con Parque ya lo habían instruido en tener que optar por dos “pesados” Cambronne-González al mismo tiempo para igualar cargas físicas.  
 
Como ya es conocido que cada partido de playoffs es distinto al otro; el cambio de localía también lo es. San Isidro es su principal fuerte con 27 triunfos sobre 29 jugados (perdió con Central de Ceres en Fase Regular y con Hindú en semifinales de conferencia).  
 
Pero más allá de los fríos números estadísticos, el trabajo defensivo del rojo fue siempre el que preponderó por sobre todo lo restante. Potencial en ofensiva tiene y con variantes; pero desde abajo hacia arriba se construye.  
 
 
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