Nació en nuestra ciudad, jugó en grandes de Argentina y después de sus tres décadas de vida emigró para seguir deleitando con una prodigiosa zurda. Decir Sergio Luna en The Strongest de Bolivia, es hablar de idolatría.
Días atrás publicamos la vida de Horacio “La Pepa” Baldessari (“El sanfrancisqueño de los penales en suspenso”), ahora es el turno de Sergio Luna, compañero de aquella delantera de Barrio Jardín 1958; dupla que obligó al entrenador Jorge Sanitá a hacerlos debutar en la primera de Sportivo Belgrano en la Liga Cordobesa con apenas 16 años.
Desde su barrio La Milka natal a Buenos Aires (actualmente vive en Flores). Vélez Sarsfield se lo llevó primero, en 1978 jugó en Racing de Avellaneda para luego viajar a México y sumarse al Club León. Su regreso a Argentina fue en Colón de Santa Fe (1981), Sarmiento de Junín (1982), posteriormente se incorporó a San Lorenzo en 1983 (Debutó el 13 de marzo de 1983 frente a Juventud Antoniana en el Nacional de ese año).
Su lugar en el mundo
Tras su paso por San Lorenzo, el presidente y entrenador de Jorge Wilstermann viajaron a Buenos Aires para contratarlo. Bolivia era su nuevo destino, Cochabamba su nueva ciudad. El manejo de juego, visión y pegada acaparó la atención de los grandes bolivianos.
“Se acercaron me dijeron que estaban interesados en llevarme a Cochabamba, ciudad que era parecido a Salta (por las montañas y en un valle). Yo les dije que, si nos ponemos de acuerdo en la parte económica, tiré un monto elevado y ellos aceptaron. El contrato fue por un año, pero se alargó a tres”, supo contar en entrevistas.
The Strongest se lo llevó a La Paz luego de un torneo corto en El Litoral; la altura sobre el nivel del mar y su exquisita pegada se asociaron rápidamente. En el tigre es ídolo, llegando a defender dicha camiseta durante seis años como jugador y luego otros tantos como entrenador de primera y en formativas.
“Todo el cariño, el afecto es una caricia al alma. Mi mensaje es el mismo, trabajé para ser el mejor, siempre quise dejar lo mejor. Me doy cuenta que hay cosas que no se compran, hay cosas que no tienen un valor económico, hay cosas que solo la gente te la da y yo tengo el orgullo que la gente me lo da, sin pedir nada a cambio”, expresó.
Se consagró campeón en 1989 y 1993 (se retiró en 1994) jugando más de 200 partidos, convirtiendo 70 goles; uno de ellos en un inolvidable triunfo por Copa Libertadores en el mismísimo “Hernando Siles” cuando perdían 3 a 2 con Emelec de Ecuador, lo ganaron 4-3 al aparecer Luna cuando el partido se terminaba.
“Es uno de los máximos referentes e ídolo de la historia atigrada, aquel jugador que entre fines de la década de los 80 y principios de los 90 hizo vibrar a la hinchada atigrada por la técnica y el corazón que puso defendiendo los colores oro y negro, de los que Luna apenas llegó a La Paz se enamoró entrañablemente”, así lo referencian los medios bolivianos cuando uno pone Sergio Luna en Google.
Su etapa de entrenador
Empezó a dirigir en Atlanta (cuarta y quinta división del fútbol argentino), luego San Lorenzo de Almagro en divisiones juveniles hasta que un día las urgencias lo llevaron a Primera.
En 2001, junto a Víctor Hugo Doria se tuvieron que hacer cargo de la primera de San Lorenzo, sólo tres días después de la renuncia de Oscar Ruggeri dirigieron en Copa Libertadores en Cochabamba, perdiendo 4 a 2 en el debut por el Grupo 3 ante Jorge Wilstermann, uno de sus equipos en la etapa como jugador.
En 2006 se hizo cargo The Strongest en el torneo local y también en Libertadores, comandando al conjunto atigrado en tres partidos, el último frente a Newell’s Old Boys en Rosario cayendo 2-0.
Posteriormente pasó por El Porvernir, La CAI, Real Mamoré (2010-2011), en la Escuela de Milton Melgar en Buenos Aires, y retorno a The Strongest en las divisiones inferiores de (2016 – 2017; campeón nacional en esta última).
