Jugó 5, ganó 3 y perdió 2, números para nada despreciables en un arranque de Liga Argentina. De esos, San Isidro logró dos triunfos en condición de visitante con todo lo que significa poder festejar en la “ruta”.
Pero… más allá del ¿Qué consiguió?, esta cantidad de juegos disputados hasta el momento en la Temporada 2019/2020 empieza a desplegar una imagen que puede llevar a analizar el ¿Cómo?… el cómo lograron esos resultados.
El principal rival de San Isidro es el mismísimo San Isidro. No se pone en análisis los scounting o figuras determinantes de otros equipos o si se pudo o no contener las virtudes de los “otros”. La lupa se centra definitivamente en la tarea que despliega o desplegó los dirigidos por Sebastián Torre en estas cinco primeras presentaciones.
“Somos un equipo totalmente nuevo”, dijo Diego Guaita en Mendoza, a la vez que agregó“Con mucha calidad de jugadores, muchos puntos en la mano, una tarea difícil para el entrenador porque tiene que repartirlo entre todos, pero nos dimos cuenta que jugando en equipo vamos a ser muy difíciles. La victoria en Mendoza nos ayuda a cambiar la cabeza”, dijo sin filtro, sabiendo que repartir el goleo y el protagonismo no será una tarea sencilla.
Repasando; bajísima efectividad frente a Barrio Parque en el debut, luego le alcanzó solo con el tercer cuarto en Morteros. Con Parque como local fue de lo mejor en constancia a lo largo de los 40 minutos; mientras que ante Salta se vieron las dos caras del propio rojo: la buena y la mala, la que te hace estar cerca de las victorias y la que te lleva a más derrotas que triunfos.
Allí estará la clave, que el egoísmo saliendo de un plan estratégico de juego no se transforme en el talón de Aquiles. Será tarea ardua del cuerpo técnico de convencer, de saber sobrellevar las malas caras cuando les tocan estar en el banco y cuando la pelota fue para la derecha en vez de para la izquierda.
“Que la gente tenga un poco de paciencia, porque este equipo tiene mucho y tiene que seguir mejorando” también destacó el experimentado Guaita.
San Isidro versus San Isidro, por ahora el rival más complicado parece ser uno mismo.
