Adrián Romero cumplió en este 2022 los 35 años dirigiendo Básquet. El reconocido árbitro repasó su carrera y habló sobre su pasión por la profesión.
De joven lo invitaron a participar del curso para ser parte del plantel arbitral y desde ahí no paró hasta este año donde celebra sus bodas de coral. Además durante su carrera le agregó la docencia al arbitraje.
Romero contó que siente “mucha satisfacción, haber permanecido tanto tiempo desarrollando una actividad trae mucha satisfacción”, sobre sus 35 años en el arbitraje del básquet.
Sus inicios en el arbitraje fueron de casualidad. Pero desde allí en adelante se transformó en una profesión. “Siempre me gustó, yo me crie dentro del club El Tala y la Asociación de Básquet le pidió a cada club que mande dos aspirantes para renovar el plantel de árbitros. Me gustó la idea y me anoté, ese curso se dictó en la Municipalidad a cargo del profesor Luis Rossi, a quien le debo el agradecimiento eterno por lo que nos enseñó”.
Algunos de los recuerdos que tiene sobre su carrera lo llevan a pensar en que “me tocó la suerte de dirigir muchos partidos cuando la Liga Nacional era experimental y jugaba El Tala. Una vez vino Atenas con el ‘pichi’ Campana y Mario Milanesio y los he dirigido. He tenido la suerte de dirigir muchos jugadores como la ‘bomba’ Díaz, y valores nuestros como Hugo Allasino, ‘Cacho’ Torossi, Gabriel Andrés, ‘Pachola’ Buffa, la época de oro de San Francisco”.
Sobre esta época recordó que “yo iba a los provinciales y me daba mucha bronca porque siempre San Francisco llegaba a la final entonces nosotros no podíamos dirigir la final y siempre me quedaba con las ganas de dirigirla. En esas épocas me tocó dirigir también a Carlitos Cerutti”.
El actual árbitro, todavía en vigencia, recuerda haber dirigido no menos de 20 provinciales de la categoría mayor. A esto se debe sumar una cantidad similar de todas las categorías formativas.
Pero no solo recuerda haberse cruzado con grandes jugadores, sino que también compartir dupla arbitral con grandes árbitros. “De nuestro plantel Martín Morano llegó a dirigir TNA, lo mismo que ahora Andrés Barbarini. Arbitralmente nunca salí de la provincia de Córdoba pero dirigí con árbitros como Oscar Martinetto, Walter Niefield, Gabriel Tarifeño, Alejandro Zanabone y Alberto Ponzo referentes del arbitraje cordobés”.
El arbitraje del básquetbol
Adrián es uno de los indicados para hablar de arbitraje en nuestra ciudad. “Yo creo que es una profesión hermosa, si bien no la podemos llamar profesión por lo económico porque hay que llegar muy arriba para vivir de esto. Nosotros lo tomamos como una profesión”.
También expuso que “es un desafío lindo, cada partido es distinto y administrar reglas de juego en un partido es un desafío. Nosotros no podemos preparar un partido, el local o el visitante si pueden hacerlo, nosotros no y tenemos que aplicar el conocimiento y la experiencia en ese instante del juego”.
En cuanto anécdotas no recuerda alguna catastrófica pero sí haberse olvidado el pantalón de la indumentaria en una viaje a Córdoba a dirigir una final de Liga Provincial de Clubes entre Barrio Parque y 9 de Julio de Río Tercero.
En cuanto al trato de jugadores y entrenadores a lo largo de los años, afirmó que fue cambiando. “Creo que el jugador no escapa a la realidad de nuestra sociedad. Antes llamabas a uno para retarlo y venía con la cabeza gacha y las manos atrás, hoy en día tenes que llamarlo tres veces. Se ha perdido mucha autoridad, como en todos los estratos sociales. Me ha pasado de irme enojado con algún jugador o algún entrenador porque hay días que no se toleran ciertas faltas de respeto, pero el tiempo y la competencia hace que rápidamente se pase”.
Su docencia en el arbitraje
Hasta el 2021 fue el encargado de la escuela de árbitros de básquet de San Francisco. Además se caracteriza por su docencia con los jugadores, sobre todo en las divisiones formativas.
“Me gusta mucho el tema de la educación, voy a los clubes a dar charlas. Justamente doy charlas específicamente en las categorías U13 y U15 porque soy un convencido de que si los educamos desde chicos, cuando son más grandes nos hacen renegar menos en la cancha”, aseguró Romero.
Agregó que “también lo hacemos para que el jugador aprenda que el reglamento tiene muchos artículos en los que puede sacar ventaja y un jugador que sabe puede sacarle ventaja al juego con acciones y actitudes que el reglamento se las permite. Lo que más me interesa es ganarme el respeto de los jugadores”.
En cuanto a la docencia con el árbitro en sí anunció que “lo primero que se le enseña al árbitro es que no es querido en su función de árbitro, es resistido, es discutido. Les decimos que no deben escuchar a los de afuera, lo que menos escuches mejor. Eso lo aprendí en el curso de Instructor Nacional en donde compartí clases con Alejandro Chiti y Pablo Estévez”.
“Nosotros nos debemos a la función del juego. Porque si le vamos a llevar el apunte a todo lo que se dice de afuera, no servís para esta profesión”, señaló Adrián.
¿Cómo ve el arbitraje?
Adrián Romero habla de la actualidad del arbitraje en el básquet y dijo que “el básquet es uno de los pocos deportes que constantemente el reglamento va recibiendo modificaciones y nuevas interpretaciones”.
Especificó que “este es un deporte que te obliga constantemente ir al aro del oponente y eso lo hace interesante. El arbitraje evoluciona en base al juego y ha estado tan dinámico que se llegó a incorporar un tercer árbitro, que es importante para controlar mejor el juego”.
Dio un detalle con respecto al agregado del tercer árbitro. “En Liga ha hecho que se bajara mucho el contacto, el foul. Hay un juego mucho más limpio, con más tiro de tres y sin tanto juego interno”.
“Debido a estas cosas el arbitraje se va aggiornando a nivel local, provincial, porque la competencia así lo requiere. Uno si se va quedando con la vieja cabeza con la que se jugaba al básquet antes no sirve para hoy en día. Ahora se juega de otra forma”.
Sobre la nueva camada de árbitros expresó que la Escuela está a cargo ahora de Andrés Barbarini y Damián Balangione. “Les enseñamos a aprender a administrar las reglas y aprender a ganarse el respeto, que se logra de muchas formas y cada uno la va haciendo mediante su personalidad. Pero si no sabes las reglas, no entendés la mecánica y tampoco del juego entonces la competencia te supera”.
