Gabriel Rojas fue, sin discusión, el jugador más valioso no solo de la final, sino de toda la Liga Provincial A de Básquet. El base santiagueño de Asociación El Ceibo firmó una temporada impecable a lo largo de los 20 partidos de la Flor Nacional y coronó su rendimiento con el merecido premio al MVP.
Determinante, impredecible y con una variedad de recursos ofensivos que lo convierten en una amenaza constante. Con mucho gol en sus manos, pero también con la lucidez necesaria para conducir a un equipo que dominó de punta a punta la competencia, Rojas se transformó en el eje de un campeón que dejó su sello.
En las finales, su impacto volvió a ser diferencial. El Ceibo barrió 2-0 la serie ante 9 de Julio de Morteros y el santiagueño mostró su versión más imparable, siendo el comandante dentro de la cancha de un equipo que jugó a un nivel altísimo durante todo el torneo.
La decisión de renovarle el vínculo para afrontar la Liga Provincial A terminó siendo uno de los grandes aciertos de la dirigencia. Eduardo “Mara” Blengini le otorgó libertad para manejar los hilos del equipo y Rojas respondió con su mejor versión, potenciando su juego y elevando el de todo el plantel.
Sus números hablan por sí solos: 20 partidos disputados, 30.9 minutos de promedio, 20.5 puntos por juego, 63% en libres, 57.8% en dobles y un notable 44.4% en triples, además de 3 asistencias por encuentro.
Entre sus actuaciones más destacadas se encuentran los 30 puntos ante Bolívar en la jornada inaugural, los 27 contra Matienzo en los playoffs y los 25 que le marcó a 9 de Julio en el duelo definitorio.
Gabriel Rojas fue la pieza clave de un campeón indiscutible. El jugador franquicia de una temporada que quedará en la memoria de todos los hinchas de la Flor Nacional.

