Bruno Barovero fue el primer jugador en confirmar para la próxima temporada de Liga Argentina en San Isidro, inclusive antes que el propio entrenador. El escolta sanfrancisqueño se frota las manos, sabe que su protagonismo será el que mejor le sienta.
Su capacidad de gol, variantes en ataque y facilidad para encontrar el aro siempre lo destacaron a Bruno Barovero por todos los equipos que pasó; sólo que ha tenido mejores rendimientos cuando se lo “rodeó” para ocultar su principal falencia: la defensa.
En la temporada terminada con anticipación por la pandemia no tuvo alto vuelo; si bien fue el goleador de los Halcones Rojos, su protagonismo se veía opacado por jugadores que también necesitan la pelota en la mano y constantes opciones de tiro.
Ahora, para la 2020/2021 las cosas parecen ser distintas, al menos desde el propio armado del equipo. San Isidro confirmó a Santiago Ludueña como base y al interno Santiago González; dos que conocen la institución y que además entienden la función de rol dentro de las plantillas.
Ludueña en Villa San Martín de Resistencia, promedió 10 puntos, 4.7 asistencias en 26.1 minutos por juego; números importantes, pero sobre todo una evolución notoria para abastecer a “goleadores”; algo que necesita Barovero.
González ya demostró en las tres temporadas en “Sani”, como así también en los diferentes equipos por los cuales pasó, que siempre se pone al servicio de lo que se necesita. Rebotes, defensa intensa y liderazgo; otras de las cosas que necesita Barovero para potenciar sus habilidades.
Torre decidió “volver a las fuentes”, equipo dinámico y “luchador”; no utilizará a muchos juveniles como se preveía en un primer momento, va a tener las seis fichas mayores que la categoría establece y además algún que otro U23.
Su plan es claro: rodear a Bruno, defender al estilo “torre” y devolverle el dinamismo al “santo” que tanto gustó por calle Corrientes hace un año atrás.