Hoy, son muy pocos, los que hay en el país. Hablo de un auto histórico y muy caro a los sentimientos de los amantes del rally, sobre todo de los cordobeses, que vieron a Jorge Recalde y a Jorge Del Buono, quedarse con la victoria en el Rally de Argentina de 1988. Fue un triunfo que no se volvió a repetir: la única victoria de un argentino en una prueba del Mundial de Rally.
Se trata del Lancia Delta HF Integrale 8 válvulas. Un auto buscado por los coleccionistas, ya que fue uno de los modelos más ganadores de la historia del Mundial de Rally.
Orlando Cravero, en nuestra ciudad, es propietario de una de estas joyas mecánicas italiana, un auto de calle que luego se preparó para la competición en el rally, pero que nació como un auténtico pura sangre deportivo. “Orli”, ex piloto de rally a nivel provincial y nacional, nos cuenta la historia de su Lancia.
“Cuando yo estaba buscando un auto de tracción integral para continuar con mi carrera deportiva en el rally, me apuntaron este auto de calle, que se vendía. No era lo que necesitaba, pero como era fanático de Lancia, me gustó y lo pude comprar. Hasta me habían apuntado un Lancia armado de competición y que se había usado para un Rally de la República Argentina”, recuerda Cravero, quien venía corriendo con un Renault 18 en ese momento y siguió luego, sobre un Subaru de tracción integral, en el rally nacional.
“Este Lancia que tengo, es modelo 1988. Venía con el capó negro, pintado así de fábrica, a pedido de quien fue el titular original de este auto, que es de color blanco en el resto de su exterior. Lo compró luego, en segunda mano, un cordobés que vivió un tiempo en Alemania y lo pudo traer a la Argentina, cuando regresó al país. A él, se lo termino adquiriendo, siendo yo así, el tercer propietario. Actualmente tiene 88 mil kilómetros de fábrica”, agrega.
“Tiene un motor de 8 válvulas y 2.000cc, con alrededor de 200 HP de potencia, con turbo intercooler y tracción integral permanente en sus ruedas. Por ejemplo, como fue concebido como un auto deportivo desde fábrica, tiene butacas de competición Recaro y no posee algunos elementos de confort, como aire acondicionado”.
Encuentro con Reutemann
“Estas fotos con Carlos Alberto Reutemann, fueron en una competencia de regularidad que se hizo en Rafaela y se iba hasta Esperanza. Yo fui con el Lancia a participar y justo se dio la casualidad de que estaba el `Lole´ y se vino a ver mi auto. Estuvimos hablando un largo rato. Le trajo muchos recuerdos. Nunca pudo correr con Lancia, así que se sentó y le brillaban los ojos. Esto fue hace unos 15 años aproximadamente”, comenta el sanfrancisqueño.
Reutemann, más allá de su exitoso paso por la Fórmula 1 desde 1972 hasta 1982, disputó además en nuestro país el Rally Codasur de 1980 en un Fiat 131 Abarth, puntuable para el Campeonato Mundial de Rally, donde resultó tercero absoluto.
En 1985, el argentino volvió a correr la prueba, en ese caso con un Peugeot 205 Turbo 16, y terminó nuevamente tercero. Fue el primer piloto en puntuar en el Campeonato Mundial de Fórmula 1 y en el Campeonato Mundial de Rally.
Era la época de los Grupo B, autos tan seductores como peligrosos, con 500 caballos y muy livianos en su peso. Entre los más representativos estaban el Audi Quattro, el Lancia 037, el Peugeot 205 Turbo 16 y el Lancia Delta S4.
A fines de 1986, el Grupo B fue prohibido por su peligrosidad y fue reemplazado por los más seguros (aunque lentos) Grupo A. En el caso de Jorge Recalde, justamente en ese último año de competencia de los Grupo B, pudo correr el Rally de Argentina con un Lancia Delta S4, con el que llegó en el cuarto puesto.
“Después, llegaría la victoria absoluta ya en 1988 para Recalde en nuestro país, con un auto idéntico al mío, un Lancia Delta HF Integrale 8 válvulas del Grupo A”, menciona Orlando.
Homenaje en Córdoba
En 2016, el sanfrancisqueño participó de un homenaje que se realizó durante el Rally Mundial en nuestras sierras, en el mes de abril. Para esa 36ª edición del Rally de la República Argentina, los organizadores habían decidido homenajear a las “Leyendas de la Ruta” y se pudieron ver en exhibición un Toyota Celica, algunos Lancia Delta Integrale (entre los que estaba el de Orlando Cravero), Subaru Impreza 555, un Renault 5 Turbo, unos pocos Renault 18 GTX y hasta un Mini Cooper de los años ’60.
“Fue muy lindo en ese momento llevar mi auto y participar de ese homenaje”, rememora Orlando, único piloto de nuestra ciudad en poder ganar la clasificación general del Rally de San Francisco, cuando sobre un Subaru y navegado por Atilio Messina, se quedó en diciembre de 2002, con la 10ª edición del rally local.
“Ahora, tengo la intención, cuando regresen las competencias de regularidad, de ir y participar nuevamente con el Lancia”, comentó sobre el final de la nota con DSP.
Por Alejandro Giustolisi, especial de DIARIOSPORTS.
