Parece no haberle pesado la adaptación al norteamericano nacionalizado nigeriano que llegó un día previo al encuentro frente a Echagüe y con tan sólo un entrenamiento saltó a la cancha. Y lo hizo de buena manera, ya que en ese partido aportó 15 puntos y 11 rebotes en 28 minutos de juego.
Y de ahí en más en los tres juegos siguientes se hizo dueño y señor de las ofensivas del “santo”. Tanto frente a Hindú, como frente a Libertad y Mitre fue el goleador del equipo.
En sus cuatro partidos en San Isidro, Okoye promedia 22,75 puntos. Además también tiene 9 rebotes por encuentro, 1,25 asistencias. Tiene 59% de tiros de cancha, un número importante viniendo de un interno.
Fue una bocanada de aire para un equipo que le costaba mucho convertir tras las ausencias de Santiago González y Felipe País. Alivió a Jonathan Durley de una posición en la que no se siente cien por ciento cómodo y le rindió al entrenador.
