Creo en el trabajo de los dirigentes, los entiendo aunque no comparta muchas cosas de las que deciden. Hay que estar en los zapatos de ellos (sea el club que sea), no es para nada sencillo, pero hay puntos que van más allá de una línea de conducción. San Isidro ya lo pasó, “cortó” en su momento a Jorge “pollo” Toriano (emblema y figura en los dos ascensos consecutivos) y hasta el día de hoy se arrepienten de esa decisión y no desde lo basquetbolístico, sino desde la creación de un sentido de pertenencia, de valorar y agradecer a quienes hicieron grande a un club.
Como en tenis, fue un error no forzado. Los directivos de Sportivo Belgrano la tiraron afuera sin exigirlos, cuando tenían todo el terreno para apuntar y jugarla segura, decidieron otra cosa y las respuesta de los hinchas, esos mismos que los eligieron y otros no tanto, no demoró en escucharse.
Las dos primeras noticias “fuertes” del mundo Sportivo para la próxima temporada calaron hondo en el hincha. Primero la no continuidad de Ariel Giaccone, después el “golpe” que recibió Juan Manuel Aróstegui.
Lo del goleador histórico y máximo ídolo del club genera un descreimiento, porque el fútbol se basa en sentimientos, en pasión, los clubes idolatran a quienes les han dado cosas importantes y estos puntos de “sensibilidad” tienen que ser considerados; más aún cuando se trata de un jugador en actividad, no de alguien que no estaba en condiciones de ser parte de un plantel.
Es una decisión desacertada, por donde uno lo mire. Aróstegui quería retirarse en el club del cual es hincha, el cual lleva en la piel con un tatuaje en su pierna derecha. JM9 es una parte de la institución y eso había que respetarlo, cumplir con una ley que no está escrita, que no hace falta que esté escrita…
Juan Manuel es de la ciudad, los chicos ven en él un referente, un espejo por el cual la lucha de “llegar a primera” o jugar en la Selección Argentina no sea algo que solamente se vea por televisión. Esas cosas no abundan, menos en nuestra ciudad, por eso tenía mucho más valor que solo llevar la 9 o la 18 en la espalda.
No se merecía terminar así, no se merece retirarse con otra camiseta que no sea la de Sportivo Belgrano. ¿Alguien se imagina verlo a Aróstegui enfrentando a la verde con otros colores, o que vaya a “sacarse la espina” en un club de la zona porque todavía quiere jugar un año más?, con solo imaginarlo, la foto ya es fuerte.
“Juanma” merece y tiene que retirarse en Sportivo, cuando él lo decida o al menos con un plan que puede ser en conjunto para que los hinchas lo disfruten, tanto o más como el penal que marcó el 30 de junio de 2013.
“Se terminó el ciclo” le dijeron en la cara… error no forzado.
Francisco Martelotto
DiarioSports