Se aproxima el debut en la temporada. San Isidro ha renovado prácticamente todo su plantel que llegó a la puerta del ascenso en la edición pasada. Las expectativas del equipo de nuestra ciudad son altas y con ellas querrá cumplir desde el viernes en Córdoba.
Todo listo. Se viene el inicio de la temporada para el rojo de nuestra ciudad. El modelo 2019/2020 de San Isidro tiene otros matices en relación al último que se consagró campeón de la Conferencia Norte y que luego no pudo con Platense en la final por el ascenso.
El viernes, desde las 21:30 horas, visitará a Barrio Parque que ya lleva dos juegos disputados. Luego chocará en Morteros con Tiro Federal y recién el 31 de este mes pisará el “Nido” recibiendo a Parque en la Conferencia Noroeste.
En DSP realizamos un análisis con los puntos fuertes y débiles que a priori parecen sobresalir en la conformación como equipo.
A favor
Capacidad goleadora: El Santo posee un plantel sumamente completo en variantes a la hora de las ofensivas. Será un dolor de cabeza para todos los rivales que le realicen un scouting tratando de frenar a los encargados de convertir. El perímetro invita a ilusionarse con Barovero y Fernández, quienes supieron ser goleadores en temporadas pasadas. Pablo es el actual jugador en actividad con más puntos convertidos en Liga Argentina (antes TNA), Bruno en su última incursión en la división fue MVP. Además, Zago, Guaita, Rupil y Montes poseen poder de gol.
Jerarquía en momentos cumbres: Dentro de un juego se pueden presentar situaciones límites y San Isidro posee jugadores con capacidad suficiente para hacerse cargo. Un abanico de alternativas se le presentan al coach a la hora de buscar hombres determinantes en momentos complejos.
La continuidad de Sebastián Torre: El oriundo de Cintra demostró estar a la altura de una institución que pretende siempre ser protagonista. Con no tanto a priori, en la 18/19 llegó hasta lo último, potenciando todas las virtudes y ocultando lo mayor posible las falencias. Su renovación era prioridad y lo lograron.
El primero de la pretemporada: Cuando un equipo es nuevo, el tiempo de trabajo es fundamental y eso San Isidro lo tuvo. Fue el primer club en comenzar con la pretemporada. Además tuvo pruebas de preparación interesantes enfrentando a equipos de categoría superior que le dieron un rodaje adecuado.
En contra
Correr la cancha: Si en calle Corrientes todos se habían sorprendidos primero, y gustado después, con el ritmo de juego veloz que se mostró en la anterior temporada, principalmente con sus bases (Ludueña – Rodríguez Suppi), en esta 2019/2020 el desarrollo frenético no será su principal característica. Si bien el entrenador Torre lo lleva en su filosofía, las bondades del equipo pasarán por otro lado con ataques más fijos.
La base: Ante la lesión de Milton Vittar en el comienzo de la pretemporada, San Isidro no fue un busca de un base propiamente dicho. Decidió contratar a Alejo Montes que tiempo atrás había desarrollado esa función, pero que en los últimos años su rol era otro. Si de subir la pelota se trata, el rojo tiene varias alternativas, pero en armado de juego y liderazgo en la posición de 1 tiene escases.
Recambio: Si bien el plantel posee jugadores de experiencia garantizada; la calidad aventaja considerablemente a la cantidad. Las fichas U23, salvo Hans Feder Ponce, aún no contienen la experiencia dentro de la categoría para sumar muchos minutos. Los seis mayores tendrán poco tiempo de descanso.
Juego en el poste bajo: En el perímetro no hay mejores equipos en nombres que San Isidro; pero en el juego dentro de la zona pintaba propiamente dicha no parece tener especialistas. Zago y Guaita son más de pick and pop que de pick and roll; sienten más salir a buscar el tiro, que jugar de espaldas al aro o “caer” después de una cortina.
