Son cinco, el último Andrés González en Beijing 2008. El primero fue el ciclista Ambrosio Aimar. En el medio de ellos Oscar Pezoa, Alicia Boscatto y Daniel Felizia. El repaso de los sanfrancisqueños olímpicos en DSP.
No habrá JJOO en 2020, si bien estaba Tokio listo para recibir a la congregación deportiva más importante del planeta, la pandemia del coronavirus obligó a postergar un año más la cita. No iba a tener representación de San Francisco, pero ante esta problemática la ilusión de Valentina González en voleibol vuelve a latir.
A lo largo de toda la historia de los Juegos Olímpicos, cinco fueron los deportistas de nuestra ciudad que tuvieron el privilegio.
El primero fue el ciclista Ambrosio Aimar, que compitió en Londres 1948. Junto al equipo argentino participaron en persecución 4 x 4.000 quedando eliminados con Suiza ocupando la novena posición. Su esposa Elsa, relató aquel momento de su recordado marido:
“En cuanto a información de los Juegos Olímpicos mucho no se sabía porque no había tantos medios de información como ahora, pero sentía hablar sobre la actuación de los argentinos y algo sobre Ambrosio que era el único sanfrancisqueño en participar y a la vez fue el primero en hacerlo en un Juego Olímpico. En cuanto al resultado que había obtenido junto al equipo argentino en persecución 4 x 4.000, fueron eliminados por Suiza y ocuparon la novena posición. El podio en esa especialidad, que se había realizado en el Herne Hill Velodrome de Londres, estuvo integrado el primer lugar por Francia, segundo Italia y tercero Gran Bretaña”.
La segunda presencia se dio en Helsinki (Finlandia) 1952, con la participación de Oscar Pezoa. Fue con 18 años y llegó con el equipo hasta los octavos de final en persecución 4 x 4.000.
“En los Juegos Olímpicos llegamos hasta los octavos de final, aunque estuvimos muy cerca de pasar a los cuartos, pero un compañero de nuestro equipo se desenganchó del cuarteto en la tercera vuelta en plena persecución. Así que terminamos corriendo tres contra cuatro y nos ganaron ahí nomás, quedamos muy cerca de pasar a la próxima ronda e incluso con el tiempo que hicimos podríamos haber alcanzado el segundo puesto”, comentó ante la consulta de DIARIOSPORTS.
La única sanfrancisqueña fue Alicia Boscatto en natación, en dos oportunidades y podrían haber sido tres, pero en 1980 Argentina no viajó a Moscú por el boicot que le hicieron al unirse a la rama de Estados Unidos. La primera se dio en Los Ángeles 1984 ocupando la 10ª colocación, por dos puestos no entró en la Final A. La segunda en Seúl 1988 siendo la abanderada a la Plaza de las Banderas de la Villa Olímpica.
“En Seúl fui designada abanderada a la Plaza de las Banderas de la Villa Olímpica. A este evento no llegué bien física como mentalmente. Fueron catastróficos, todos los días perdía 300 gramos de peso debido al distrés, fue un fracaso total. Además, tuve cierta agresión de la prensa, donde ciertos medios salieron a decir que “el país había invertido mucho dinero para que Alicia Boscatto fuera a pasear a Seúl”.
“Y realmente no fui a pasear, porque quien está designado por un Comité Olímpico viaja con la delegación, se alberga en un lugar, no tiene tiempo para distenderse y los periodistas saben muy bien que una vez finalizada la participación el deportista tiene 24 horas para dejar la Villa Olímpica”, contó.
La lista la continuó el tirador Daniel Felizia que debutó olímpicamente en Los Ángeles 1984 y que repitió en Sydney 2000:
“No hay evento más fantástico para un deportista que estar en los Juegos Olímpicos. Los mejores atletas de todos los deportes viviendo en la Villa Olímpica tiene una magia única. Todos ahí han pasado por miles de horas de entrenamiento para intentar mostrar lo mejor. Las alegrías y las tristezas se encuentran en cada lugar de la villa durante esos vertiginosos días”, supo expresar Daniel.
El recuerdo más reciente es el de Andrés González en Beijing 2008, allí el “negro” compitió en 200 metros mariposa registrando un tiempo 2:00.36. San Francisco se había paralizado por aproximadamente 7 minutos en la madrugada del 11 de agosto, tiempo desde que Andrés se vio en la pantalla de la transmisión oficial hasta tocar en tercera posición de su serie.
Acuña, uno adoptado
Él se cataloga como un sanfrancisqueño más; Roberto Acuña nació el 14 de septiembre de 1990 en Rafaela y llegó a nuestra ciudad de chico para jugar en San Isidro y desde allí se radicó junto a su familia por estos pagos.
El interno, actualmente en Gimnasia de Comodoro Rivadavia en Liga Nacional, fue parte de la Selección Argentina en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. “Lo logré, no lo puedo creer todavía, luché mucho por esto”, le había dicho a DSP minutos después que Sergio Hernández confirmara la lista de la delegación nacional.
Acuña fue parte del plantel que vio por última vez jugar a Emanuel Ginóbili con la camiseta celeste y blanca.