La peleó viniendo de la Liga Regional, tuvo una gran pretemporada y el entrenador le dio la confianza para ser titular los tres primeros partidos. El domingo fue al banco y cuando le tocó ingresar pagó con dos goles para el triunfo frente a Douglas. En un mano a mano con DSP cuenta cómo vive su momento.
El sanfrancisqueño se sorprende así mismo por su momento personal pero no quiere dejar de lado lo grupal. “La verdad que en lo personal lo que me está pasando es muy lindo. Hice una gran pretemporada con el grupo. En lo grupal no se arrancó de la mejor manera pero ahora nos toca salir adelante y para mí es muy lindo convertir en la casa de uno”.
Tras la preparación con el equipo profesional, rápidamente le llegó la posibilidad de ser titular. Ante esto Avaro expresó que “uno siempre se prepara para estar, siempre trato de hacer las cosas de la mejor manera y de estar a la expectativa de que en cualquier momento se me puede dar la oportunidad. Se que puedo entrar en el segundo tiempo, no estar en algún partido o quizás ser titular, pero tenemos que estar preparado al cien por ciento”.
Venía de tener un gran año en la Liga Regional y ya había disputado partidos con el equipo del Federal A. Este año Domizi le dio la confianza para ser titular de arranque. “Para mí fue muy lindo saber que el primer partido iba a ser titular. Con muchas expectativas y ansias esperé ese momento y me imaginé el partido. Yo estaba con muchas ganas de jugar y me quedé conforme con lo que dí”.
Convertir en el “Boero”
El nacido futbolísticamente en el Club Belgrano de Baby Fútbol pasó por todas las inferiores de la “verde” del cual es hincha. El domingo le tocó convertir dos goles en el estadio “Oscar C. Boero” y ante eso Enzo explicó que “es lo mejor para uno. A la noche después uno se pone a pensar y a recordar y es algo hermoso convertir en mi casa, con todos mis familiares y amigos en la tribuna. Es algo muy lindo que no me voy a olvidar nunca”.
Frente a Douglas le tocó imitar el gol del Gonzalo “pity” Martínez a Boca Juniors, corriendo casi 50 metros con la pelota en los pies y el arco vacío. “Estaba decidido que iba a ir hasta lo último. Empecé a correr hasta entrar al área donde decidí patear, pero por miedo a que me pique mal seguí unos metros más”.
El ahora goleador de Sportivo también mostró tener personalidad a pesar de su corta edad para afrontar el penal. “Mis compañeros me dieron el apoyo desde el primer momento para poder patearlo. Yo sentía que estaba tranquilo, que lo podía patear y Fernando (Moreyra) me dio la confianza. A mí me gusta patear penales, siempre los practico”.
