Cumplió recientemente 83 años y disfruta de la vida jugando al básquet; los sábados en Unión Social es el primero en llegar. Los años pasan, pero su tiro de mediana distancia sigue estando intacto.
Lito Balkenende, siempre está. Sea sobre las losetas al aire libre del Sport Automóvil Club, pisando la madera de San Isidro o como ocurre en los últimos años, afirmándose sobre los mosaicos de Unión Social. No importa la superficie, solo que brille un aro de básquet a él le alcanza.

Cumplió 83 años, de físico privilegiado, el flaco se sigue atando bien fuerte las zapatillas para enfrentarse sábado a sábado a chicos de 20, 25, 30 o 40 años… Lito recibe la pelota en posición paralela a línea de fondo, a cuatro metros del aro y no falla; ese es su tiro, siempre lo fue y por más que los años sucedan, la efectividad no merma.

“Es una gran persona, cuando puede viene a jugar con nosotros. Siempre ha contribuido al buen clima de juego, nunca una discusión con nadie, respeto y compañerismo absoluto. La pasión por el deporte, para compartir el básquet no tiene edad y eso Lito lo queja en claro; la verdad que es un genio”, comentó Martín, uno de los compañeros de los días sábados.

El pasado sábado, en el día de su cumpleaños, su familia le obsequió un nuevo conjunto deportivo para básquet y Lito no dudó ni un instante en ponérselo para estrenarlo horas después.
Balkenende, en su juventud, fue jugador de San Isidro, club del cual es socio vitalicio. Siempre se desempeñó en el amateurismo, pero con la constancia y dedicación de un profesional.

