Alejandro Méndez llegó desde Jujuy a nuestra ciudad por motivos personales; rápidamente fue en busca de una cancha de squash para seguir entrenando. Planea darle forma a una escuela de este deporte en el Club San Isidro.
Intenso, dinámico, entretenido y sumamente competitivo. El squash tiene un sinfín de bondades desde el aspecto lúdico como físico. En San Francisco hay una sola cancha y se encuentra ubicada en el predio “Alejandro Aimaretti” del Club Atlético San Isidro por Av. 9 de Septiembre.
Allí Alejandro Méndez, quién fue parte de circuitos de squash en el norte de nuestro país años atrás, practica el deporte a diario y planea encarar un proceso para que más personas conozcan y se sumen a jugarlo.
“Vengo vinculado al squash desde que vivía en el norte, yo soy de Ledesma, provincia de Jujuy y allá está la segunda cancha de este deporte que se construyó en el país. Ahí arranqué, si bien antes jugaba al tenis, me volqué de lleno al squash”, comenzó contando en DSP.
“Cuando llegué a San Francisco, porque mi señora es de acá, pregunté enseguida si había una cancha y rápidamente me viene para el club para sumarse al grupo que ya venía jugando de antes. He jugado más de 40 torneos en el norte, se juega mucho en Salta y allí está el llamado Torneo de Las Naciones que congrega a jugadores de diferentes puntos de Argentina y de otros países”.
En San Francisco, el pádel está totalmente instalado, el tenis también y al squash le cuesta, por eso para Méndez es cuestión de hacerlo conocer: “Sin dudas que es un deporte que continuará creciendo en la ciudad, porque está totalmente relacionado a los otros y la técnica es muy similar. Es cuestión de que puedan conocerlo, probarlo y disfrutarlo sobre todo”, comenta Alejandro.
“Es un deporte sumamente sano, hay que tener un buen corazón porque es un deporte anaeróbico y según un médico que nos dio una clínica, en tres horas de tenis gastás lo que en el squash se gasta en una hora, no importando el nivel que tengas”.
“Queremos hacer algunos torneos, que la gente pueda conocer más en detalle el deporte, que los jóvenes se animen y se sumen a probar. Está también la idea de armar un staff de profesores o yo arrancar a dar algunas clases para ver como resulta y después para adelante seguir empujando para el crecimiento, le veo potencial al squash en San Francisco”.
Cómo se juega al squash
El squash consiste en que los dos adversarios han de golpear la pelota con sus raquetas alternativamente, teniendo que rebotar la bola siempre en la pared frontal por encima de una banda frontal, aunque se permite golpear en las otras paredes del cubículo sin problema, siempre que antes o después se golpee la frontal. El saque se debe hacer alto y debe golpear el recuadro entre las líneas a tres cuartos de la pared y las líneas más altas marcadas, si choca contra cualquier otra zona será considerado como falta.
El punto o stroke se considera ganado cuando el oponente no es capaz de devolver la pelota tras haber picado más de una vez, o cuando no ha podido conseguir golpear la bola contra la pared frontal. El jugador que tiene el saque, al perder un tanto, debe dejar este privilegio al contrario, de lo contrario mantiene siempre el saque. El que gana el set es el que comienza sacando en el siguiente.
Los partidos de squash se juegan al mejor de tres o cinco sets, y cada uno consta de 11 puntos o rallies, que se suman dependiendo de la modalidad (siempre se debe ganar por dos puntos o más, por lo que se pueden dar sets con más de 11 puntos).