Pablo Fernández visualiza el inicio de la Liga Argentina para San Isidro. Su experiencia y jerarquía la necesitan los Halcones para comandar a un equipo que quiere pelear por cosas importantes.
Bolso en mano entra al club, saluda a todos mientras encara rumbo al vestuario para alistarse a un nuevo entrenamiento. No es un día más, se trata de las horas previas al inicio de la temporada 2019/2020 de la Liga Argentina con todas las ilusiones a cuesta, como ya la viene renovando desde hace muchos años.
“Uno maneja la ansiedad a esta edad, quiero arrancar, tenemos todos ganas de empezar, pero hace años atrás esta semana se vivía de otra forma, ahora ya más tranquilo”, comienza diciendo Pablo Fernández, el rosarino de 36 años que debutará oficialmente con la camiseta de San Isidro el próximo viernes en la ciudad de Córdoba.
Llegó como una de las fichas “franquicia”, se transformó en el capitán de los Halcones y todo eso está lejos de generarle presión extra: “Le tengo mucha fe al equipo, tenemos temperamento todos, desde los jugadores hasta el cuerpo técnico, todos. Los pibes tienen muchas ganas, se termina el entrenamiento y cuando me voy a la una de la tarde los chicos se quedan a jugar uno contra uno. Eso no te asegura ganar, pero te da buenas señales, que uno las olfatea de antes. No sé si vamos a andar bien desde el viernes, pero a la larga seguro, ojalá que sea desde el primer día”, cuenta mientras el resto de sus compañeros van pisando el parque del “Nido” minutos previos a que Sebastián Torre pegué el primer grito para iniciar con los trabajos.
Es el jugador en actividad con mayor cantidad de puntos en segunda división, Pablo lleva 5795 convertidos en Liga Argentina (antes llamado TNA), pero reconoce que con el pasar de los años la importancia de ser el goleador del equipo es relativo: “Esa estadística también es por la cantidad de años que uno juega en la categoría. Es algo que me lo gané y me lo hicieron ganas mis compañeros y es bueno, pero que todo eso sirva para ganar. Uno sabe que tiene que mirar para los costados, para aprovechar al que siempre este mejor ubicado o con confianza”, dice.
En 48 horas se verán las caras con Barrio Parque, en lo que últimamente se ha transformado en clásico de la divisional: “Barrio Parque es un equipo respetable, es una buena medida jugar ante ellos. En estos días haremos más hincapié en que estrategia de juego llevar adelante, pero no es difícil adivinar que si Kelly maneja el juego las chances de su equipo crecen, que Mikulas lastima con sus movimientos en el poste bajo. Parque tiene individualidades buenas y se encuentra más rápido porque hace años que vienen jugando juntos”, analizó.
¿Cuándo te diste cuenta la importancia de ser funcional al equipo y no siempre tener que convertir puntos?
Cuando gané, aprendí; cuando salí campeón. Te diste cuenta que no fuiste goleador en varios juegos y logramos cosas. Es lindo hacer goles, pero lo mejor es mantenerte arriba ganando cosas.
Son muchos los que les gusta hacer goles en San Isidro, ¿Cómo se ensamblará eso?
Hay que trabajar en otros aspectos, no hay que pecar de egoísta. Llegó Bruno y me encanta jugar al lado de él, es el goleador y yo lo voy a tratar de ayudar en todo lo que pueda para que lo siga siendo. Barovero también tendrá que ayudar en otras cosas, de eso se trata un equipo.
¿Te tocó estar en un plantel con tanto poder de gol?
Se puede asemejar a cuando estuve en la Unión de Formosa cuando ascendimos que también estaba Ariel (por Zago). En ese año no fui goleador y encontré mi rol para colaborar con el equipo.
¿Hablan dentro del vestuario sobre quién va a defender?
Acá los partidos se tienen que trabajar de principio a fin, no hay en Liga Argentina un Paolo Quinteros o un Leo Gutiérrez que te lo ganan solo. Estamos todos en la misma categoría, tenemos que demostrar el hambre que tenemos y porque nos contrataron. Sabemos que no somos especialistas en defensa varios de nosotros, pero nos tenemos que ir transformando en eso, tenemos tiempo y no creo que no podamos adaptarnos a ese rol.
¿Cómo te ves el viernes a la noche?
Me veo bien, tenemos que empezar a identificarnos como equipo. Me voy a poner contento si ganamos, pero más por la forma. Tengo mucha fe en mis compañeros por la entrega que estamos dando en todos los entrenamientos. Hay cosas que estoy viviendo que pensé que nunca más lo iba a vivir, ver a los chicos comprometidos de la forma que están es fabuloso, esperemos que eso se mantenga a lo largo de la temporada.
