El agua esperó el inicio
La tormenta se observaba, cada vez estaba más cerca. Cuando el árbitro “pitó” el inicio del juego, la lluvia también quiso ser protagonista hasta el punto de tener que parar el encuentro por unos instantes.
Por más cálculos que hagan…
Los directivos de Sportivo parecen matemáticos en los últimos partidos. Calculan el horario de River, el de Boca y la temperatura para terminar en la ecuación del horario del juego. La semana pasada habían adelantado el choque por Copa Argentina por el “Día de los Enamorados”. Todo para que la gente vaya a la cancha… ayer hubo otra vez muy poca.
Las cabinas, una popular
De manera torrencial empezó a llover; alguien abrió el candado de la puerta que separa la platea de las cabinas de transmisión y estas terminaron siendo un “aguantadero” de los mojados hinchas. Otro grupo, para tratar de “zafar” se metió en la zona de vestuarios.
¿Es para tanto?
“Es un sueño que Sportivo gane 4 a 0”… la frase que se escuchó en la platea ni bien Gaviglio terminó de decretar la goleada de la verde. El hincha se frotó los ojos dos o tres veces y se dio cuenta que era verdad.
Todos para uno… y uno…
El partido ya estaba 4 a 0, David Muller venía de recibir una “linda” patada. El 10 no se achicó y la volvió a pedir, cuando le salieron dos al cruce, el sanfrancisqueño quiso hacer una de lujo. La jugada continuó pero los defensores de Sarmiento lo fueron a buscar. El partido se detuvo, encontronazos por todos lados y Ponce se llevó la peor parte por ser el más eufórico en “defender” a David. Del banco chaqueño saltó un suplemente que “acomodó” de atrás al lateral izquierdo. ¿El árbitro?, siga… siga.
