Finalmente llegó a la última fecha de la Fase Regular de la Liga Argentina. San Isidro hizo muy poco para estar a esta altura clasificado; tan poco que está padeciendo la presión de tener que ganar para lograr la permanencia.
La derrota con Echagüe fue dura, porque se trató de un rival tan directo que te arrastró a la última colocación, pero pese a todo ello que no es poco, el no haber sido por más de 8 puntos fue lo “positivo” de la noche.
Ahora bien, San Isidro si le gana a OTC mañana domingo en el “Nido”, automáticamente logra el cometido, pero si pierde tendrá que estar muy atento a que no festeje en sus compromisos Echagüe (visita a Norte en Armstrong) e Independiente (en Tucumán con Mitre).
Allí las posibilidades del equipo de nuestra ciudad, que con la peor performance desde que regresó a jugar en la segunda categoría del básquet argentino, todavía depende de sí mismo para asegurarse un año más.
