Voley

La sanfrancisqueña Gerbaldo llevó su experiencia a Brasil

Luego de su exitosa carrera como volebolista, Natalia Gerbaldo despliega su extenso curriculum dirigencial en el deporte. DSP dialogó con la sanfrancisqueña sobre el presente radicada en San Pablo.


El vóley en sus venas, la dedicación y la exigencia como estandarte es lo que define a Natalia Gerbaldo. Una piba de barrio que confió en sí misma para triunfar en el deporte y continuar con el despliegue de su formación profesional en el ámbito dirigencial.

Actualmente, y en un nuevo desafío de vida, como cuando decidió emigrar a Buenos Aires en busca de un sueño, vive sus días en las afueras de San Pablo donde continúa con su actividad en la gestión.

Banco Nación, el puntapié dirigencial

El club Banco Nación es su casa, como ella lo define. No solamente por el tricampeonato y las seis finales consecutivas de Liga Nacional (máximo torneo de primera división Argentina) sumando a un sin fin de competencias metropolitanas, sino porque fue allí donde comenzó a pensar en el después del deporte.

Natalia Gerbaldo, jugadora y asistente dirigencial en Banco Nación

“Entre el 2005 y 2010, viví una etapa de mucha exigencia. Arranqué a estudiar la carrera de gestión deportiva y empresarial en el Instituto de River Plate. Habíamos jugado una final de Liga Nacional, más la actividad en el certamen Metropolitano de vóley. Junto a esto comienzo años más tarde, aún como jugadora, empecé a desempeñarme en el área dirigencial”, relata.

Así fue que luego de su retiro, y después de su función como asistente de gerencia en la institución, continuó acompañando al equipo de primera división de vóley y en la dirigencia deportiva junto a Paula Parisi de Manager. Siempre fue consciente que su futuro no era la dirección técnica. Desde muy chica, convivió con muchas responsabilidades para la edad, en lo que consideró una excelente experiencia para los inicios profesionales.

El desafío en GEBA

Años más tarde, en el 2012, llegó el turno de una nueva etapa, un crecimiento en el ámbito privado en la gestión que la formó de lleno. “Transité en GEBA (Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires), estando a cargo durante tres años de la subintendencia deportiva, manejando el mantenimiento e infraestructura del club, más de 14 hectáreas y 90 empleados. Esa experiencia me dio un conocimiento extra de lo que uno puede generar detrás de un escritorio; después de GEBA siempre dije que lo mio era el campo de acción, la coordinación de tareas. La vara estaba muy alta. El fleje de una de las 26 canchas de tenis no podía estar mal, ni haber telas de arañas en un tejido en las diez canchas de fútbol del predio”, recuerda la sanfrancisqueña.

“Fue un trabajo de recorrer las canchas y tener ‘ojo de halcón’ para que el socio tuviera lo mejor en sus instalaciones. Me quedé muy enamorada del trabajo de infraestructura, cuando me presento siempre digo que mi fuerte es el trabajo en el campo. Si el que está sentado en el escritorio no camina el campo, va tener en su gestión un alto porcentaje de falla”, agregó.

También recuerda como una experiencia muy particular y de gran exigencia la coordinación de recitales en el estadio de GEBA junto a la empresa Fénix; en presentaciones como Romeo Santos, Luis Miguel, Rod Stewart, entre tantos otros.

Pensar en el otro, la gestión pública en el deporte

En el 2015, le llegó el llamado del extenista Luis Lobo (secretario del deportes) para el ofrecimiento de integrar el equipo de trabajo del Gobierno en la Subsede de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires, en lo que fue un salto de calidad.

Trabajó en la política deportiva de la ciudad -Buenos Aires-, que está considerada entre las 15 mejores ciudades del mundo en cuanto a nivel deportivo y actividades ofrecidas. Coordinó clínicas deportivas con destacados del área, delegaciones de Juegos Evita, Juegos Metropolitanos, entre muchas otras actividades.

Junto a Sergio “Oveja” Hernández en el Encuentro Ciencias en el Deporte

“Fueron tres años de trabajo muy intensos, donde día a día tenés objetivos por cumplir en una ciudad tan grande. en el área pedagógica fue una experiencia distinta, ya que venía de un trabajo de obra”, expresó “Piru”.

Natalia coordinó los Juegos Metropolitanos de la Ciudad de Buenos Aires

Además recalcó: “el trabajo del gobierno fue espectacular en el desarrollo de la creatividad para generar diferentes actividad deportivas, que en este caso no era el socio pero era el vecino de la ciudad, para un bienestar físico y deportivo. En estos años fui mechando las diferentes caras que pude tener una gestión”.

Estuvo a cargo de clínicas deportivas junto a deportistas de alto nivel, como Sebastián Battaglia

Cambios de aire

A fines del año pasado, Natalia decidió ‘patear el tablero’. “Venía con un intensidad de vida bastante grande en la Argentina, decidí tomarme un respiro. Con una proyección de trabajo interesante en Brasil, decidimos con mi pareja dejar todo y empezar de cero, con otra cultura y otro idioma. No fue una decisión fácil, porque si bien estuve siempre lejos de mi familia nunca te acostumbras a eso, era una necesidad de cambio”, destacó.

Si bien tenía la posibilidad de continuar en el Gobierno de Buenos Aires, en febrero de este año decidió este cambio de vida. Reside desde entonces en Alphaville, a las afueras del gran San Pablo.

Tras su despedida de la Subsecretaria de Deportes de CABA, se radicó en Brasil

“Estoy en un período de descanso que me propuse y necesitaba. A los cinco meses de jugar en Banco Nación, comencé a trabajar en el club y estudiar, siempre con la misma tenacidad”, recordó con firmeza.

La “Piru” en un período de descanso para comenzar una nueva etapa laboral

“En materia laboral estoy analizando diferentes propuestas. La función de quien gestiona la puede llevar adelante tanto en el ámbito deportivo como empresarial. Esta cuarentena me esta sirviendo para conocer el terreno. Me gusta mucho el trabajo de coordinación y en eso voy a desarrollarme acá en Brasil”, cerró Natalia.

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