Fue clave en el campeonato de Conferencia de San Isidro y uno de los extranjeros más determinantes en la historia de los Halcones Rojos. Decidió “colgar las zapatillas” y empezar una nueva vida, siempre ligada al básquet.
De traje y corbata, totalmente distinto a sus remeras largas y con dibujos extravagantes que utilizaba cuando llegaba cada día a entrenar en calle Corrientes algunos meses atrás.
James Cambronne, el extranjero que le dio un salto de calidad a San Isidro en la temporada pasada tiene una nueva vida, cerca de sus afectos y en otra función, aunque siempre dentro del básquet.
Luego de decidir retirarse, pese a sus 28 años, se sumó a Gerogia Basketball que participa en las competiciones universitarias organizadas por la NCAA, y forman parte de la Southeastern Conference. Su nueva función es de Gerente de Posgrado dentro del Staff de Tom Crean, considerado uno de los mejores entrenadores del baloncesto universitario.
La universidad se encuentra en Athens, ciudad ubicada en el condado de Clarke, en el estado estadounidense de Georgia, a poca distancia de Orlando donde vive su familia.
James llegó a ser campeón de Conferencia Norte con el “Santo” siendo una de las piezas claves. En Argentina, antes de ser parte de los Halcones, había jugado en Unión de Santa Fe.
