La ciudad está viviendo días de plena expectativa de cara a los dos juegos que tendrá San Isidro por delante el fin de semana con la firme posibilidad de cerrar la llave por el ascenso a la Liga Nacional.
El 1-1 que se trajo de Vicente López ante Platense aumentó esas posibilidades, aunque para Germán Sciutto, el experimentado e histórico jugador del rojo no es determinante: “Siempre la ambición del equipo es ganar todo, pero el rival también juega, no podíamos quedarnos con el triunfo del primer punto. Ahora sabemos que tenemos que definir en casa, pudimos dar vuelta la localía y eso es muy importante pero no decisivo”, le dijo a DSP previo al entrenamiento de día martes.
Nacido en Marcos Juárez, pero radicado en San Francisco desde hace años, el “gringo” maneja la ansiedad, reconoce que siente la expectativa de la gente en la calle, pero pone su cabeza en frío focalizando todo al día viernes: “Siempre es paso a paso, partido a partido; nunca se puede planear festejar, se maneja con mucha cautela y responsabilidad sabiendo que nos jugamos. En el grupo con los jugadores hablamos constantemente que esto es muy importante para el club y para nuestras carreras, además de la magnitud que se genera en la ciudad estar en esta instancia. Queremos ganar el viernes para aumentar las chances, después se pensará en el domingo”, tiró.
A la hora de analizar qué es lo que deben repetir y que no, Sciutto rápidamente dice de manera convencido: “Nosotros tenemos que imponer nuestro juego desde la parte defensiva; cuando defendemos bien tenemos que castigar al rival, ahí está la clave y es ahí donde tenemos que hacernos fuertes como lo hicimos durante todo el año. Sabemos cómo juegan ellos, los puntos a contrarrestar y los débiles para atacar. Tenemos que confiar en nuestro juego”.
Logró el ascenso a Liga Nacional con Central Entrerriano y con Instituto de Córdoba; en San Isidro consiguió el salto de categoría de Liga B a TNA y a sus 41 años quiere más: “Jugar finales siempre es motivador, pero siempre y cuando estés concentrado en el partido sin pensar en lo que va a pasar después. Confiar en el compañero siempre a pesar de que las cosas no salgan bien. En las finales trato de aconsejarles a los bases, porque ellos son los encargados de manejar un equipo, se pueden ir de partido pero tiene que ser por poco tiempo aunque eso no es fácil. La gente para nosotros es un jugador más dentro de la cancha, se siente y te empuja; hemos jugado definiciones claves y el equipo salió siempre adelante con el apoyo de la multitud”, concluyó.