Básquet

La gente empieza a contagiarse

El básquet, los días de juego, la seguidilla de partidos de local… varios son los aspectos que se pueden poner en consideración por la falta de público en los estadios. San Isidro no es la excepción, el “santo” viene sufriendo desde hace un par de temporada una merma en la asistencia de gente que replica considerablemente en el presupuesto estimado.
 
El equipo de nuestra ciudad tampoco no colaboró en las últimas ediciones del TNA con buenas campañas como para envalentonar el entusiasmo. En la presente 2017/2018 fue de menor a mayor. 
 
El contagio empieza a propagarse, así se vio reflejado en el “Severo Robledo” en los choque con Talleres de Taffi Viejo y con Villa San Martín de Resistencia. El clima cambió, las tribunas se empezaron a sentir y eso en el parquet los jugadores lo acapararon.
 
Si bien todavía está muy lejos para igualar aquellas noches espectaculares de TNA en 2001 o de Liga B en 2010, ya no se observan tantas butacas vacías en plateas y huecos notables en generales. 
 
El equipo está mostrando “algo distinto” que a los hinchas les gusta, también los doce triunfos consecutivos que trasformaron en inexpugnable al “Nido”. Eso deberá seguir, prolongarse para continuar con la peregrinación de la gente de San Francisco y la región. Así lograr volver a tomar al básquet de San Isidro como un evento deportivo obligatorio en sus agendas. 
 
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