El sanfrancisqueño logró todo lo que siempre sueña un jugador, además de lograr el objetivo grupal pudo alzarse con todos los laureles personales. En una liga tan competitiva logró ser el goleador con un promedio de 28,3 puntos por juego, y el jugador más valioso del torneo.
La alegría de Barovero se expresa en su cara, pero con el correr de los días va cayendo lo que logró. “Voy cayendo a medida que pasan las horas y los días y voy tomando dimensión de lo que logramos. Es algo importante porque no solo logramos salir campeón de la Liga Argentina sino también del Súper 4 y obtuvimos la posibilidad de jugar la Liga Sudamericana”.
El escolta alega lo que significó para él y Libertad el ascenso. “Todo esto que logramos lo hicimos en un club muy lindo y muy grande. Es un club de Liga que pudimos devolverlo a la categoría que se merece y eso es muy gratificante. Y más sabiendo que fue ganando todo el año porque fuimos regular toda la temporada”.
El jugador más valioso de la Liga Argentina admite que “nunca me tocó estar en un equipo así. Fuimos superiores durante todo el año, nunca tuvimos adversidades más allá de las cuestiones propias de cada equipo. Ante la mínima dificultad el equipo la sorteaba y siempre mirábamos para adelante. Todo lo que nos propusimos lo ganamos y me pone muy contento haber formado parte de todo esto”.
El ser goleador de la Liga no los desvelaba tanto sin poder coronarlo grupalmente, como ya antes le había sucedido. Los 28,3 puntos por partido lo transformaron en el máximo artillero de la temporada por lejos. “Los otros años era más chico y solamente pensaba en anotar. Creía que salir goleador era un mérito importante. Es un lindo logro personal pero sino lo coronas ganando algo no sirve absolutamente de nada. Así que lo de este año fue muy bueno porque ayudé a mi equipo a estar arriba y me sirvió a que este es el camino”.
La importancia de Bruno no sólo se dio en el goleo sino también en que jugó los 56 encuentros que disputó su equipo. “Este año le di mucha importancia al gimnasio que por ahí otros años no le daba mucha importancia. Físicamente estuve siempre óptimo, no dejé ningún detalle librado al azar, siempre trataba de recuperarme a parte, iba a ser pesas aparte. Estas cosas no te garantizan nada pero te aseguran que tengas más confianza a la hora de jugar”.
También el joven de 27 años dice que la maduración pasó no sólo en el juego sino también en la cabeza. “Todas estas cosas son propias de la maduración. Antes metía 20 puntos y perdíamos y me iba chocho; ahora hago 20 puntos y perdemos y me iba porque sabía que no servían para nada para que el equipo gane. Me alegra haber hecho el click en esta etapa”.
Sobre su futuro, el ex jugador de San Isidro expresa que “la idea es poder jugar Liga Nacional. Yo utilicé la Liga Argentina para asumir distintos desafíos. Mi idea era crecer como deportista y creo que lo logré. No lo tomé como un peso haber bajado, lo tomé como una construcción porque sabía que si hacía las cosas bien iba a tener chances de volver a la Liga. Uno siempre como jugador quiere estar más arriba y tiene ambiciones. Todavía no sé que voy a hacer, he crecido como jugaro y creo que estoy en condiciones de jugar la Liga Nacional”.
