Son de la cantera de El Ceibo y El Tala, respiraron básquet desde bien chicos y lograron llegar a la Primera de sus clubes. Una camada de apellidos conocidos, pero que buscan sus propios caminos.
Esta es la historia de Tadeo Mare, Benjamín Almada, Mateo Blengini y Tiago Tomatis. Hace poco debutaron en la Primera División de El Ceibo y de El Tala, pero los cuatro apuestan a consolidarse y seguir creciendo en el básquet, algo que destacan como su pasión.
Tienen algo en común todos, no sólo el deporte que practican, también el legado familiar para seguir con una tradición dentro del básquet.
Tadeo Mare y Mateo Blengini comenzaron en este 2021 a entrenar con la categoría mayor del “albo”. En la reanudación del Asociativo pudieron debutar oficialmente y tener sus primeros minutos en cancha.
Mare es categoría 2005 y con sólo 16 años ya dio el primer paso en Primera División. Sangre ligada al básquet por parte de su hermano Lautaro, actualmente jugador de Deportivo Armstrong en la Liga Argentina. “Fue muy lindo debutar en la Primera del club. Para mí compartirlo con Mateo (Blengini) fue una de las mejores cosas porque fueron muchos entrenamientos en Primera y por suerte llegó. Los más grandes siempre estuvieron presentes y siempre alentando. Mi idea es seguir jugando y tratar de llegar a ser como mi hermano a quien tengo como referente”.
En tanto que Blengini también tiene un apellido con mucho peso en el básquet sanfrancisqueño. Hijo de Eduardo, del “mara”, actual entrenador de El Ceibo, y con tan sólo 14 años, a punto de cumplir 15, tuvo sus inolvidables primeros minutos en la Primera que dirige Esteban Olivero. “Debutar en la Primera fue lo más lindo, porque yo quiero ser jugador de básquet y llegar lo más lejos posible. Los más grandes me felicitaron y me fueron llevando bien y me apoyaron. Tengo ganas de seguir jugando para eso me voy a seguir entrenado con esfuerzo y siempre para adelante”.
Benjamín Almada y Tiago Tomatis empezaron a tener continuidad en la Asociación El Ceibo. Son parte del plantel de Primera División de la “flor” y se preparan para tener una chance de jugar en la Liga Provincial de Básquet.
Almada, el más grande de los cuatro, ya debutó y busca consolidarse en el equipo de Blengini. Ligado a una familia con fuerte vínculo en el deporte del club y sobrino del exjugador Germán Fassetta. Con 17 años recién cumplidos intenta mostrarse en un equipo con mucha jerarquía. “Fue algo muy lindo debutar en la Primera de El Ceibo. Ahora estoy buscando afianzarme pero la experiencia es muy linda. Siento mucho el apoyo de los más grandes y que me dan una mano día a día para mejorar y eso está bueno. Pienso seguir jugando y si es en El Ceibo mucho mejor”.
Por su parte Tomatis tuvo su debut este año, también con tan sólo 14 años y a días de cumplir 15. Hijo del goleador histórico del Torneo Nacional de Ascenso, Matías Tomatis. “Fue algo muy lindo para mí debutar en la Primera por lo menos para mí que la idea es ser jugador de básquet. Los nervios que te generan son muchos, me puse nervioso pero los más grandes te tranquilizan mucho y te apoyan en todo. Tengo muchas ganas de seguir jugando pero tengo que seguir con el entrenamiento y creo que trabajando puedo llegar a ser algo”.
Son promesas que están dando sus primeros pasos en el básquet mayor. Todavía deben demostrar y consolidarse en sus categorías e ir sumando rodaje en la Primer División. Ganas no les faltan, ADN tampoco, tiempo tienen… y mucho por delante.
