Básquet

González, en la ciudad, pero sin básquet

Ya está en San Francisco, Santiago González se instaló pensando que iba a comenzar a entrenar en poco tiempo y la planificación de él, como la de toda Liga Argentina cambió considerablemente. El experimentado interno de los Halcones habló con DSP, lo deportivo sí, pero como lleva el momento fue el eje central.


Hablar con Santiago siempre lleva a temas fuera del deporte propiamente dicho; el psicólogo y además experimentado interno de San Isidro vive un presente extraño a lo que habitualmente estaba acostumbrado. La pandemia generó, genera y lo seguirá haciendo, emociones encontradas con notables modificaciones en la cotidianeidad; González lo vive como deportista de alto rendimiento, como principal fuente de ingreso económico, pero lo trata de analizar con otra profundidad.

Llegó a San Francisco hace menos de un mes; estaba en Salta luego de la temporada fallida de LA, sus zapatillas ya tenían los cordones nuevos pero la idea de iniciar con los entrenamientos se fueron postergando.

“Dar el sí a San Isidro y llegar acá se vivió con mucha ansiedad para poder estar instalados, llegamos e hicimos la cuarentena obligatoria pese a los test negativos, pero con la idea de comenzar a entrenar, de sumarse al club a las semanas siguientes. Era el deseo de todos y lo que pensábamos que iba a pasar, pero a medida que fueron transcurriendo las semanas las planificaciones fueron cambiando y eso hizo que uno se rebusque tanto de manera psicológica como física para estar motivados”, le comentó a DIARIOSPORTS.


El santafesino disfruta de los entrenos, gusta de un cuidado especial y poco de todo ello puede llevar a cabo por estos días, como desde hace unos seis meses. “Estoy haciendo algo, buscando turnos para entrenar en gimnasios, correr, mantenerse como se pueda y más a la edad que tengo yo, que son 36, que te obligan a no estar parado mucho tiempo. Uno se las ingenia para entrenar, pero la ansiedad se genera y muchas veces se cae en la desmotivación o en la angustia”, confiesa.

Es psicólogo, tiene la teoría para no caer en bajones, pero ahora él mismo lo tuvo que llevar a la práctica. La noticia que la Liga Argentina se postergaba para el 2021 fue muy fuerte: “Estábamos con mi señora en la mesa, y ahí nos empezamos a hacer preguntas de que hacíamos, uno también se puso a pensar del lado del dirigente, si nos respaldarán o no en este momento, gracias a dios en San Isidro nos dieron toda la tranquilidad. Hay cosas en estos momentos que no se pueden dar respuestas, porque ni siquiera está formulada la pregunta ante tanta incertidumbre”.


“El no saber te genera angustia, ansiedad. Estos momentos te da ganas de patear todo, más en jugadores como uno que está en la etapa de cerrar la vida de deportista, uno se pregunta si estará desaprovechando el tiempo para visualizar lo que será el futuro de uno, el qué poder hacer después de competir, hace un tanto mal lo que estamos viviendo. Uno trata de refugiarse en la familia, en mi psicóloga, en adelantar proyectos, pero la pandemia genera el no tener respuestas concretas en ciertos temas”.

¿Creés que en enero se volverá a jugar?
En las categorías de ascenso como la Liga Argentina, o también en los otros deportes, están esperando que las divisiones de más arriba arranquen para que den el primer paso; pero estamos viendo que están con problemas o nadie comienza en el país, eso te hace pensar que no vamos a arrancar más, que las fechas no condicen con el marco de la situación sanitaria que nos rodea.

¿Se volverán a ver las canchas llenas?
Lo veo difícil, va a pasar un tiempo para regresar a ver todo como estábamos acostumbrados, no sé si la nueva normalidad será ver a personas sentadas con dos butacas de diferencia y con tapabocas, la verdad no sé. Será raro sin dudas, es preocupante, el marco de estabilidad para un deportista y su familia en estos momentos es muy difícil, no solo desde lo económico, desde lo emocional.

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