El golf en San Francisco busca dar un paso histórico; quiere transformar su campo de 9 hoyos a uno de 18, lo que marcaría un antes y un después en este deporte en la ciudad. Para ello, recibió la visita del reconocido diseñador de canchas, Frankie Bunge, como puntapié a un proyecto a largo plazo.
Tener 18 hoyos en un campo de golf, todos independientes, es jugar grandes ligas en el deporte. Nada de eso hay a 150 kilómetros a la redonda; Santa Fe, Villa María pueden ser los más cercanos, pero las sierras de Córdoba son siempre la referencia para los amantes de este deporte en San Francisco.
El golf cambia, es otro con la docena y media de tee de salidas o greenes. A eso apunta el Jockey Club San Francisco, que en los últimos años viene experimentando un crecimiento societario vital para una toma de decisiones que sin duda será histórica, marcando un antes y un después. Actualmente posee 9 hoyos, que se utilizan en dos oportunidades cada uno para cumplir con el recorrido de los torneos.
Para acercarse a ese sueño de crecer en superficie, calidad y cantidad de golf, esta semana visitó el campo el reconocido diseñador Frankie Bunge.
“La visita que tenemos es el puntapié inicial de un proyecto que soñamos desde hace años, surge desde la dirección de nuestro club a través de Andrés Balkenende que nos viene empujando a que San Francisco crezca a un campo de golf de 18 hoyos, algo que nosotros desde la subcomisión veíamos lejano tiempo atrás cuando apenas teníamos 65 socios. Con todo el trabajo que venimos realizando con todo el equipo, alcanzamos los 140 socios y empezamos a notar que la cancha tiene sus limitantes porque estamos girando dos veces sobre el mismo campo de juego, entonces el proyecto tomó fuerza y nos comprometimos a analizar y hablar con vecinos al club con disponibilidad de terrenos para crecer, porque dentro del club no tenemos la suficiente superficie para lo que demanda nueve hoyos de golf”, le comentó a DSP el presidente de la subcomisión de golf, Ariel Morano.
“La visita de Frankie tiene que ver con eso, que pueda ir viendo y brindándonos sus conocimientos y experiencia para lo que se necesita. Queremos que se pueda desarrollar en un espacio donde podamos convivir todos con el menor riesgo posible y que se mejore en la sociedad en su conjunto. Tener una cancha de 18 hoyos nos pondría como referencia en toda la zona y todo lo que conlleva a ello, gente de otros lugares viniendo a San Francisco, entre otras cosas”, amplió.
Bunge empezó su carrera como arquitecto de golf en 1991. Tuvo el orgullo y acierto de trabajar con grandes referencias como Tom Weiskopf quien alcanzó 16 títulos de PGA y es reconocido como un diseñador notable de campos. También colaboró con Arnold Palmer uno de los “Big Three (Los Tres Grandes) que con Jack Nicklaus y Gary Player lograron masificar el golf a través de la televisión.
“Cuando estaba inaugurando El Terrón, que fui el Proyect Manager, me crucé con el “Gato” Romero y me dijo que tenía muchos amigos en San Francisco, que les quería dar una mano. Pobre “gato” se enfermó y ya no nos acompaña, pero el espíritu de él y las ganas de hacer las cosas que tenía me motivó a venir. Aquí estamos, recorriendo el campo y observando las características. Sabemos que es una zona de llanura, pero eso hace que se presente como un lienzo en blanco que hace que las posibilidades de diseño sean mayores que en una sierra o en un parque como me tocó diseñar Estancia la Paz”, contó Frankie.
“Es un gran paso saltar de 9 a 18 hoyos, el número es importante. Tener 18 greenes bien diferenciados es un plus, la diversidad es mucho más grande y más entretenido. Lo importante es el divertimento, la jugabilidad, la estética y la seguridad. La sensación pampeana por llamarla así es muy agradable y eso se vive acá, es un atractivo”, dijo.
Por último, Morano expresó que: “Sabemos y tenemos bien en claro que vamos a realizar los otros 9 hoyos acompañados por un profesional, la idea es tener un diseño de cancha acorde y no cometer errores por desconocimiento. Cuando un tiene poco dinero para invertir, es muy importante planificar y diseñar bien, por eso el puntapié inicial lo tenemos que dar con un diseñador profesional de campos con golf. De todas formas somos conscientes que esta idea y sueño es a largo plazo, que vamos a necesitar de la comunidad en su conjunto y que no pensamos en el corto plazo, sino en el futuro del club, motivados por los menores que tenemos en la institución que es numeroso”.