El sanfrancisqueño Nicolás Vidal vive un momento inmejorable en su carrera. El Baby Fútbol de nuestra ciudad le forjó sus inicios deportivos. “Arranqué desde muy chico, a los cinco años en el Club Los Albos. Fui con mi papá al club, más que ganar premios me interesaba en esa edad practicar un deporte y hacer amigos. En ese entonces Los Albos era un club que no tenía todas las prestaciones que tiene hoy, sin embargo decidí seguir siendo parte de esa institución donde transité todo el Baby”.
Además sobre Los Albos destacó su cariño por la institución diciendo: “aprendí toda mi base en el fútbol ahí. Jugué el Nacional categoría 1998 y 1999 (mi categoría). Tuve la buena suerte de conocer gente que me ha brindado mucho y se ha preocupado por el club. Hace poco consiguió el primer título de primera división”. Destacó además el trabajo de la comisión directiva que brindó mucho para que el club sea lo que es hoy.
“Claudio Camisassa me enseñó en el Baby todos los conceptos básicos, de tener ideas de juego. Es muy buen técnico y actual campeón con la 2006. Le debo mucho a él y siempre le voy a estar muy agradecido”, destacó el jugador sobre sus formadores.
Después del paso por el Baby emigró al club Americano de Carlos Pelligrini. Tuvo su posterior paso por Unión de Sastre y volvió a Americano, al año siguiente. “Es uno de los clubes que más quiero, que compartí en mi adolescencia. Estuve 2012, 2014, 2015 y 2016. En 2017 no podía viajar y prioricé terminar el secundario. Decidí dedicarme a eso y después meterme de lleno en el fútbol”, manifestó el jugador.
El año pasado llegó la posibilidad de la prueba de Estudiantes de Río Cuarto y fue convocado. “Para mi haber quedado fue un paso importante como futbolista”, declaró.
El jugador es parte del plantel de la 4ta categoría que compite en el torneo oficial de AFA, compuesta por jugadores categoría 1997, 1998 y 1999.
“En esa categoría de AFA es un juego completamente distinto, muy dinámico. Muy rápido y tenés otra mentalidad de juego, todo a dos troques, no tan pensativo ni técnico”. Destacó lo intensivo de los entrenamientos, tanto en la pretemporada como en la competencia. Tuvo la posibilidad de adaptarse rápido.
El equipo compite en la zona de Cuyo. Se enfrentan a rivales de peso, como Gimnasia de Mendoza, que tienen experiencia en este nivel. Estudiantes vive su segundo año en esta categoría.
Pensando en el futuro el jugador tiene claro que lo que viene es incierto, pero sueña con seguir creciendo en el fútbol, consciente de una vida sacrificada, poniéndole constancia y esfuerzo.
Sobre el final Nicolás agradeció a su familia, que gracias a ellos está hoy en Río Cuarto, y sobre todo, a su papá que como lo define le “hizo cumplir un sueño” al acompañarlo en la pasión que comparten ambos desde siempre.