Matías Borgogno descansa unos días en San Francisco y disfruta del ascenso logrado con San Martín de San Juan hace apenas una semana.
Pasan los días y el sanfrancisqueño va cayendo del logro que consiguió con el conjunto sanjuanino. Además también se alegra de haber obtenido un récord con el “santo” y de la continuidad que logró, algo que buscaba hace tiempo.
Sobre las sensaciones de haber ascendido el arquero expresó que “todavía no caímos del todo, recién ahora estamos asimilando lo que se logró. Después de haber llegado a San Juan nos dimos cuenta de lo que habíamos logrado. Pero desde principio de año creíamos que era algo que podía ser posible por el equipo que habíamos armado”.
Agregó que “también por cómo se fue dando el torneo en donde fuimos el puntero en la primera rueda. A partir de ahí nos veíamos en condiciones de pelear para la final. Lamentablemente la primera no se nos dio y llegamos a la segunda haciendo un muy buen juego y siendo protagonistas”.
Luego de haber estado prácticamente un año sin jugar en San Martín, en el 2024 se le dio la posibilidad y no la desaprovechó. “En el primer año llegué muy tarde a la pretemporada y el plantel estaba consolidad. Encima después Monllor tuvo un gran año. Me tocó jugar un solo partido. La gente de San Juan volvió a confiar en mí sabiendo que tenía condiciones y lo que fui como profesional. Yo este año quería jugar y arranque la pretemporada desde el primer día y con ‘pancho’ Martínez como entrenador que me dio la confianza”.
También expuso que “uno después se lo fue ganando a los minutos, pero yo necesitaba continuidad para demostrar que estaba a la altura”.
Matías estableció un nuevo récord en Torneos AFA para San Martín con sus 28 vallas invictas, varias de ellas de forma consecutivas. “Sabía que estaba preparado para esto. Si bien uno cree que puede alcanzar objetivos, una vez que se van alcanzando vas viendo posible lo del ascenso. Haber llegado a 28 vallas invictas y haber establecido un récord en el club y haber quedado en la historia del club, no esperaba la magnitud por cómo se dio pero si de cumplir un objetivo personal”.
Tras haberla luchado mucho en Vélez, donde debutó en Primera, ahora pudo afianzarse y ante eso el sanfrancisqueño opinó que “no lo tomo como revancha pero sí como una posibilidad que me merecía por todo el esfuerzo después de tantos años de no haber bajado las ganas de querer llegar, de tener la continuidad y poder demostrar. Fue por lo que peleé durante tantos años y ahora se viene lo más difícil que es seguir teniendo el mismo rendimiento”
Aseguró que “creo que ahora teniendo la posibilidad de haberme ganado un nombre, lo que viene es demostrar que sigo estando a la altura. Tengo que prepararme para eso y volver a pelear por seguir consiguiendo objetivos”.
Volver a la Liga Profesional es una ilusión para Borgogno. “En el anterior mercado de pase tuve la posibilidad de clubes de Primera. Pero era el desafío de quedarme en un lugar que sabía que iba a jugar o ir a pelear el puesto a otro equipo. Volví a confiar en San Martín y creo que eso es lo que busca la continuidad. Pero ahora tengo que estar preparado para lo que viene en una liga donde va a haber más calidad, más profesionalismo y jugadores de renombre. Y uno tiene que estar a la altura de eso”.
Su amistad con Enzo Avaro y el juntarse en San Martín para lograr un objetivo. “A principio de año pudo llegar Rodri Cáceres, que habíamos hecho inferiores en Vélez y estuvimos juntos en la pensión. Después el grupo se fue consolidando y eso es lo que terminó en el ascenso. Cuando tuve la posibilidad de hablar con Enzo para que venga a San Juan, lo pude incentivar para que vaya. Para mí era una alegría porque iba a tener a mi mejor amigo jugando conmigo pero también para las familias de los dos. Y el domingo que hayamos metido 60 personas de San Francisco en la tribuna creo que fue importante para nosotros”.
Por último dijo que “este ascenso fue un premio a todo el esfuerzo que hice durante todo estos años, creo que me lo merecía y nos merecíamos como plantel. Va a ser el primer premio de muchos que se vienen porque si uno sigue por este camino, que es seguir haciendo las cosas bien, se vendrán cosas buenas. Ahora queda renovar objetivos personales como con el club. Pero el premio más grande fue haber podido jugar en Córdoba y tener a mi familia, y sobre todo mi abuelo en la tribuna”.