Ya con la calma de los festejos pero con la alegría de haber cumplido con el objetivo trazado a principio de temporada, el oriundo de nuestra ciudad se prestó para dialogar sobre las sensaciones de la final ganada.
Con la misión cumplida Mondino expresa que “la sensación de lograr lo que se cumplió es una sensación de mucha felicidad. Uno venía acá de otro club para pelear cosas más importantes y con otros objetivos personales y se pudo cumplir. Siempre estuvimos en busca de este objetivo y sabíamos que no se nos podía escapar en esta segunda vuelta. Fue gratificante coronar el año de esta manera”.
En el comienzo de la final del domingo debió salir por lesión, algo que quizás opacó un poco su festejo. “La verdad que no entiendo mucho lo que me pasó. Lo tomó como que son cosas que tienen que pasar. Uno repasa la cantidad de partidos que jugó durante todo el año y piensa en que a lo mejor el cuerpo ya estaba cansado. O quizás la inexperiencia que tenía en este tipo de ocasiones, pero fue algo inesperado”.
El marcador central destaca que el grupo fue lo principal de este Gimnasia. “Lo que más destaco es la fortaleza del grupo durante todo el año para no olvidarse del objetivo. Nunca nos pudimos relajar y eso creo que quedó demostrado. Pese a las duras derrotas que tuvimos, nunca nos desenfocamos del objetivo principal. Todos queríamos lo mismo”.
Pero también se queda con lo que pudo rendir a nivel individual. “Creo que logré lo que vine a buscar, jugar de buena manera y muchos partidos. Pude jugar en Copa Argentina contra equipos de primera. Además jugué todo el año y sólo me perdí un partido por expulsión. Pero lo tomo como un año muy bueno en el que crecí muchísimo”.
Sobre los festejos el sanfrancisqueño dice que “las repercusiones en Mendoza fueron increíbles. El club necesitaba mucho ascender y los hinchas también lo necesitaban y les dimos ese mimo. Es una institución grande y estaba todo dado para que así sea. Recibí mucho cariño después del partido de los hinchas, es el mejores momento que me tocó vivir profesionalmente. Estuvo mi familia, mi mujer y algunos amigos y los que nos estuvieron pudieron verlo por la tele”.
En su camino al ascenso tuvo que enfrentar a dos instituciones queridas por él, como lo son Sportivo Belgrano y Defensores de Belgrano. “Fue algo muy raro tener que jugar con dos clubes a los que uno le tiene tanto afecto. Uno por ser el club de mi ciudad y el otro por ser el equipo que me abrió las puertas para mostrarme. Viví sensaciones encontradas pero uno es lo más profesional posible y las tiene que dejar de lado”.
Sobre su futuro dijo que “todavía tengo contrato con el club, así que voy a seguir. Me siento muy cómodo en Mendoza, es una ciudad de maravilla y el club está muy ordenado. Sueño con jugar la B Nacional acá en Gimnasia”.