Tras anunciar su retiro como jugador, Martín Muller dialogó con DSP e hizo un repaso de toda su carrera y que lo llevó a tomar la decisión de dejar la práctica activa del deporte.
Un jugador consagrado que dio el básquet de la ciudad desde las inferiores en El Ceibo, su debut profesional en San Isidro hasta ser campeón de Liga Nacional y Sudamericano con Libertad de Sunchales. El retiro no fue como lo hubiera soñado pero sí en su segunda casa.
Sobre la decisión de dejar la práctica formal del básquet expresó que “es algo que ya venía pensando desde hace un tiempo. Yo ya lo había hablado con el entrenador de que estaba la posibilidad de tomar esta decisión. Yo me había planteado períodos de tiempo o etapas en donde iba analizando el contexto y como se iban dando las cosas”.
Afirmó que “cuando arranqué el año me había planteado ponerme lo mejor posible de enero a julio y pensar para la segunda etapa del año y encarar el provincial que era para lo que se preparaba el club. Con todo esto de no poder jugar, cortar las etapas de entrenamiento por restricciones y por todo lo que se está viviendo a nivel macro entonces se aceleraron las cosas y creí que era el momento justo para terminar mi carrera y poner las energías y el foco en otro lado”.
Agregó que “yo ya tenía encaminado lo que era mi futuro post jugador que es mi función de entrenador que es lo que ya estoy haciendo. Me di cuenta que necesitaba estar más tiempo en mi casa, compartir más con mi familia, estar más encima con el día a día de mis hijas. No voy a decir que la pandemia me retiró pero si aceleró el proceso”.
El base también dijo que “hubiera preferido culminar un ciclo deportivo y terminar un torneo. Poder terminar mi último partido y abrazarme con mis compañeros, saludar a mi familia que me acompañaron siempre. Eso hubiese sido el ideal y si creo que la pandemia me quito la posibilidad de retirarme con la camiseta transpirada que era eso lo que yo quería”.
El retiro lo tomó estando en El Ceibo, el lugar que lo vio nacer como jugador. “Sobre toda mi carrera entiendo que se fue dando de una manera bastante armoniosa. Siempre supe que iba a terminar mi carrera en El Ceibo. Siempre tuve la ilusión y las ganas de seguir vinculado con el club en el que me inicié. Si bien San Isidro fue muy importante para mí y tengo los mejores recuerdos y es un club que me abrió las puertas siempre pero se entiende que El Ceibo era mi anhelo para involucrarme. Me da felicidad porque las cosas se dieron como me hubiera gustado”.
Sus familia siempre fue un pilar en su carrera. “Me acompañaron siempre y me siguieron a muchos lugares sacrificando hasta vacaciones para estar conmigo. A mí entorno lo noté contento porque entienden que voy a estar más tiempo con mis nenas. Ellos siempre van a estar felices si me ven bien a mí”.
Su carrera deportiva
Martín tuvo un larga trayectoria como jugador profesional que incluyeron clubes como en equipos como Regatas de San Nicolás, Argentino de Junín, Libertad de Sunchales, Boca Juniors, Oberá Tenis Club, Sarmiento de Resistencia, Ferrocarril Oeste, Monte Hermoso Básket, a los que hay que sumar los clubes de nuestra ciudad San Isidro y El Ceibo.
“Hay una temporada que me queda marcada que es mi primer año en Libertad. Ahí sentí que todo lo que había recorrido y el esfuerzo hecho valió la pena. Ese año empecé a jugar internacionalmente, estaba con jugadores a los que veía por la tele y los tenía de compañeros de vestuario. Eran jugadores que admirada de chico. Ese año sentí que todo lo que había luchado y propuesto empezó a dar sus frutos”, remarcó Muller sobre su mejor momento deportivo.
Cabe resaltar que con Libertad de Sunchales el sanfrancisqueño se consagró campeón de la Liga Nacional 2007/08 y campeón de la Liga Sudamericana en la misma temporada.
Pero no todo fueron sonrisas en el deporte. “En el peor lugar que la pasé fue en Quilmes porque no me encontré para nada con el lugar, con la ciudad, con la dirigencia y no coincidía con lo que el entrenador pretendía de mí. Sentía que para lo que yo estaba en ese lugar no lo podía hacer y no encontraba respaldo”.
Agregó que “las lesiones son tristes y yo tuve una de rodilla. Pero siempre supe y tuve la tranquilidad con la constancia que yo tenía el aval de que lo iba a superar”.
Recordó como uno de los puntos más importantes de su carrera un triple sobre la chicharra jugando para San Isidro frente a Huracán de Trelew como visitante que sirvió para ganar el partido en playoffs.
A pesar de haber tenido una gran carrera siempre queda algo que el jugador hubiese querido aprovechar. “No me reprocho nada porque siempre tomé convencido las decisiones que tomaba porque fui un tipo que analizaba todo. Si estoy convencido que hoy, con un nivel de maduración diferente, muchas decisiones las hubiera tomado diferente y no tengo ninguna duda pero no reniego de eso”.
“A mí me hubiese gustado mucho ir a Europa, mi anhelo era ese. Tuve algún que otro sondeo principalmente para ir a España. Me quedó la espina de no haber podido concretarlo. El mercado sudamericano lo empecé a ver de grande pero no había diferencia con Argentina”, aseveró el ex jugador.
Por su carrera pasaron muchos entrenadores que son de elite del básquet argentino. DSP le hizo elegir uno y Muller eligió a Julio Lamas. “Tuve muchos e importantes ya que me dirigieron Rubén Magnano, Néstor García, Silvio Santander, entre otros. Sin ningún lugar a dudas el entrenador que más me impactó por presencia, por templanza, por la manera de entrenar fue Julio Lamas”.
Además jugó y compitió contra muchas estrellas del básquet nacional e internacional. “El que más me impactó deportivamente fue Laron Profit, una americano con el que jugué en Libertad. Fue en MVP en las finales, había jugado en la NBA y tenía una trayectoria increíble. Pero el jugador más líder, con más presencia y en el que más me apoyé fue Andrés Pelussi. Admiraba la mentalidad de querer ir siempre para adelante y no dejar nada librado al azar. Él fue el primero con el que me vi más deslumbrado. Tuve la suerte de haber jugado con jugadores de primerísima línea y calidad y tengo el mejor de los recuerdos”.
El futuro
Si bien Martín Muller tiene un empleo a nivel privado también empezó su camino como entrenador en la categoría U19 de la “flor nacional”.
Sobre este último rol adujo que “mi idea como entrenador es principalmente trabajar con formativas. A nivel mayor lo haría en un staff técnico de manera part time. Mi vida ya pasa por otro lado y no aspiro a ser un entrenador profesional”.
Ya como entrenador de formativas expresó que “es algo que me gusta y me apasiona mucho. Me interesa hacer carrera dentro de ese rubro y entrenar a jugadores más jóvenes y acompañarlos en ese momento de la vida que es la adolescencia. En El Ceibo lo estoy haciendo y lo usamos para levantarle la vara a los chicos previo a dar el salto al equipo de primera. Me siento muy cómodo con esa función”.
