La Liga Argentina de Básquet transita, una vez más, sin rumbo fijo. La principal categoría de ascenso de la disciplina no tiene nada claro. San Isidro iba a comenzar esta tarde la pretemporada pero lo pateó para el año próximo.
Hay equipos que se animaron y dieron el paso de iniciar trabajos de entrenamientos; pero son los menos, la falta de certezas en relación a la competencia pusieron a muchos clubes en “no saber que hacer”.
Una vez que se “largó” la Liga Nacional en las denominadas “burbujas” (en Capital Federal), la Liga Argentina en posteriores días recibió buenas noticias que indicaban que la pelota iba a volar sobre finales de enero, pero tras la ola de contagios que se dieron en la máxima división, que obligó a la suspensión (el pasado viernes regresó a la competencia tras 16 días), todo parece haber quedado en buenas intenciones.
Por lo poco que se conoce, la Asociación de Clubes tendría la intención de esperar que este la vacuna contra el Covid-19 disponible en nuestro país; y recién allí programar la temporada con el formato habitual de viajes, descartando la posibilidad de centrar en sedes a todos los equipos.
Ante esto, San Isidro tuvo que retroceder en lo que había estipulado. El 7 de diciembre, hoy, era la fecha pactada para arrancar de una buena vez con la pretemporada a cargo de Sebastián Torre, pero los sucesos detallados anteriormente hicieron que los planes cambiaran.
En el calendario, ahora se pintó de rojo el 4 de enero de 2021. En la tarde de esa jornada todo el plantel tendría que estar en calle Corrientes, pero siempre a consideración de que la certidumbre derrote a la improvisación de quienes manejan los destinos del básquet argentino.