Llevó una particular confección, desde las costuras de la tela hasta como se pintó. La Plaza Cívica prestó su explanada para que los aerógrafos hagan su arte hasta llegar el día esperado, cuando se desplegó sobre la cabecera norte del “Boero”.
Eran tiempos de entusiasmo, Sportivo Belgrano venía de ascender dos años atrás al Argentino A; había pagado el derecho de piso conservando la categoría y desde allí fue todo auspicioso. Los domingos barrio Alberione respiraba fútbol, el clima en las adyacencias del estadio denotaba la pasión que se vivía.
Daniel Primo se había hecho cargo del plantel, dejando en claro que las aspiraciones de pelear para llegar a la B Nacional por primera vez en la historia estaban a flor de piel. Pero no solo esas ganas estaban dentro del campo de juego, desde afuera la sintonía era la misma, las tribunas también jugaban, los cortes de entradas así lo manifestaban.
Mientras se peleaba por la clasificación para jugar la “Promoción”, paralelamente comenzó un sueño en las calles de San Francisco: hacer una gran bandera que colme en largo y ancho la totalidad de la tribuna que había sido construida poco tiempo antes. La “Bicentenario” había sido inaugurada el 29 de agosto de 2010 frente a Talleres de Córdoba (Victoria 3 a 1).
“La idea surgió una vez que estábamos en el bar del club 1° de Mayo. Ahí dijeron de hacer una bandera grande”, cuenta Franco Pérez, uno de los que encaminó la idea para que se haga realidad. “Si mal no recuerdo, costó algo de 16mil pesos y faltaba como la mitad de juntar, por eso se hicieron unas calcomanías con la frase -yo colaboré con el telón- que se vendían a $10 y por suerte todos ayudaron para cubrir los gastos”, dijo.
Pepe Perretta arribó a San Francisco, su técnica con aerógrafo a mano alzada es reconocida en todo el mundo llegando a pintarles “telones” al Barcelona, Real Madrid y al PSG. Fue el encargado de hacerle a River una bandera de cincuenta por ciento setenta y cinco. Y “el trapo” que hizo para Racing cubría la mitad del Cilindro. En sus inicios, el primer trabajo fue para “La 12” de Boca.
Sobre la explanada de la Plaza Cívica se estiró la tela que ya había pasado por las máquinas de costura. El escudo verde fue lo primero en brillar, el corazón se dejó plasmado allí para luego ir expandiendo el arte. El “Viejo y glorioso” a la izquierda… “de corazón sin igual” a la derecha… en grande Sportivo Belgrano quedaba grabado en el centro. “San Francisco – Córdoba” se apoyaron sobre unas cintas con los colores de Argentina.
Llegó el gran día: fue el 23 de mayo de 2011, a la noche Sportivo recibía a Unión de Sunchales y los encargados de llevarla al estadio tuvieron que organizarse. “La llevamos un día antes del partido a la mañana, ya estaba terminada. Lo que primero hicimos fue desplegarla delante de los bancos de suplentes para sacarnos unas fotos con el plantel. Hubo mucha gente que ayudó, que se contactó con el que la pintó, que juntó fondos”.
El equipo estaba dentro de la manga por salir a jugar, el “Boero” explotaba y a medida que los jugadores se iban acercando a la mitad de la cancha, el “telón” de 50 metros por 10 metros se desplegó por primera vez brindando la posibilidad de generar una postal de ese día.
La verde goleó a Unión 5 a 1 con goles de Aróstegui, Capella, Zampedri, Francia y Barrionuevo para cerrar una noche que quedó en la historia.
En los últimos años prácticamente no se utilizó. Disposiciones de la policía en primera medida por cuestiones de seguridad es uno de los impedimentos.
