Hicieron 20 inmersiones en 10 días de pleno buceo, una experiencia que sin dudas será inolvidable para Julio Kohan y sus alumnos de la escuela que tiene en San Isidro. Claudio Vignolo, Juan Ramón López, Donato Muratore, Milagros López y Paola Colombano disfrutaron de Egipto y del Mar Rojo desde su mismísima profundidad.
Situada cerca del Desierto Oriental y al sur del Sinaí, la costa del Mar Rojo es el sitio perfecto para bucear en cualquier época del año. Aguas cristalinas y una espectacular riqueza de especies de coral, peces e invertebrados marinos es el común denominador en la “Meca”.
“Fuimos al Mar Rojo, en Egipto. Ese lugar es una meca del buceo, con infinidad de cosas para hacer. Está todo preparado para el buceo, ahí va gente de todo el mundo; es como ir a Disney para los chicos. Fuimos con un grupo de alumno de mi escuela, seis en total”, comentó Julio en su visita a DIARIOSPORTS.
“Fuimos a Sharm el Sheikh”, haciendo referencia al lugar que se ha convertido en el destino más popular de buceo en el Mar Rojo, ubicado muy cerca de la punta sur de la península del Sinaí “Fuimos con la modalidad vida a bordo, que es un crucero de buceo. Nos despertábamos 6:30 de la mañana, desayunábamos y ya nos metíamos a bucear. Todo este crucero fue guiado y cada bajada era de aproximadamente 50 minutos en el agua y de esas hacíamos cuatro o cinco por día para recorrer todo”, explicó.
Pero allí no terminó todo, tuvieron el privilegio de estar presente en el Thistlegorm, que se lo considera uno de los más espectaculares naufragios por la belleza escénica del sitio. “Estuvimos en el naufragio más conocido del mundo, el Thistlegorm, un barco que se hundió en la segunda guerra mundial de 130 metros de largo que tiene todo el cargamento de ese momento, se bucea arriba de motos, camiones y mucho más que quedó como una zona de turismo impactante”, reflejó Kohan.
“Los alumnos crecieron muchísimo, siguieron avanzando con esta experiencia. Fueron buceos de 30 metros de profundidad y con corriente, hicimos buceos nocturnos también. Tuvimos la suerte de que se nos aparezca una manta raya gigante que nos pasó por arriba, nos hizo terminar la inmersión de una manera totalmente distinta. El viaje también fue con puntos históricos como las pirámides, museos y después fuimos al agua. Comenzamos en puntos específicos bajando desde la costa con muchos corales y peces que se disfruta mucho. Todo fue buceo con tanques porque las personas que fueron ya son avanzados con carnet”, concluyó.