Básquet

De la noche a la mañana, Solari y su sueño que cumplirá en San Isidro

El pasado viernes se amargó… y mucho. Su equipo anunció que se bajaba de la competencia en el Federal y su futuro era incierto. A la mañana del sábado recibió el llamado de San Isidro para jugar Liga Argentina, categoría en la que debutará a los 30 años.


Nicolás Solari estacionó por calle Salta, pocas horas después de arribar de Santa Fe. Con zapatillas en mano caminó 50 metros para llegar al ingreso del estadio “Severo Robledo”, su rostro denotaba felicidad y no es para menos.

El base de 30 años, escurridizo, veloz y “caradura” para tomar tiros de 8 metros comenzó a transitar la recta que lo llevará a cumplir su sueño: el poder disputar Liga Argentina, la segunda división del básquet argentino. Su carrera, mayormente realizada en el Torneo Federal, está plasmada en sorprendentes números de porcentajes de efectividad, un 40% de triples es una muestra del nivel que logró sostener en los últimos años.

Su primer día en San Isidro ya fue intenso, poco protocolo de saludos y a dejar la camiseta sudada. “La verdad que hace mucho que uno no entraba a un estadio con la cabeza ya puesta en un inicio de torneo, pasaron muchos meses y este será un sueño cumplido de poder jugar una Liga Argentina, más en una institución como San Isidro”, le dijo a DIARIOSPORTS.

Goleador en partidos claves del Federal, en Sportivo Las Parejas y Santa Paula de Gálvez en los últimos años. Llegó a convertirle 46 a Unión de Sunchales en un quinto juego de playoffs, hechos que pocos pueden tener en su currículo. Pero igualmente nunca tuvo ofertas de Liga, hasta este momento.

“No he tenido propuestas, primero hubo un sondeo de Unión de Santa Fe. Mi padre es entrenador de básquet y hablamos muchas veces de esto, y creo que pasa por un tema de estatura, otra cosa no le encuentro. Quizás hay cosas de mi juego ofensivo o defensivo que no terminaron de convencer, Sebastián Torre tuvo la intención de traerme, es muy buen entrenador, lo he enfrentado y tácticamente es uno de los mejores que he visto. Cualquiera puede jugar al básquet, es una cuestión mental más allá de una talla. Soy caradura, voy al frente y eso lleva a que muchos se sorprendan por mi estatura”, resaltó haciendo hincapié a sus apenas 1.66 metros.

De la noche a la mañana

Nicolás no la pasó para nada bien el pasado viernes a la noche cuando recibió la noticia que Santa Paula de Gálvez, equipo con el cual ya había renovado su contrato y con el que iba a encarar una nueva temporada del Torneo Federal, decidiera bajarse de la competencia.

“El viernes cerca de la tarde recibí la noticia que Santa Paula se bajaba del torneo. Había cerrado ahí en septiembre, ese fue un golpe duro, me dormí temprano para que se me pase un poco la bronca que tenía y el sábado a la mañana me escribe Seba, fue todo tan rápido, una locura todo. No hay mal que por bien no venga dice el dicho”.

Su adaptación a la Liga Argentina

“Tengo un poco el juego que tiene Ludueña, voy a tratar de hacer todo lo que este a mi alcance para cumplir con las expectativas de todos, sé que no voy a tener la pelota en la mano como la tenía en Gálvez porque hay jugadores de grandísimo nivel, pero va a ser un juego muy fluido, con sangre joven y por como es el torneo creo que nos va a favorecer. Lo estoy tomando tranquilo, esperando que la adaptación sea rápida y con la mentalizad fuerza para afrontar estos desafíos, no le tengo miedo a nada, voy al frente para que las cosas salgan”.

Su posición en la cancha

“He hablado con el entrenador, vamos a tener que repartir el goleo que tenía Barovero. San isidro perdió sus figuras que tenía, pero los jugadores que estamos vamos a aportar lo nuestro, eso nos va a dar fluidez para ser un equipo importante. No me gusta que me releguen defensivamente para tener aire para la ofensiva. Sé que la defensa no es lo mío, pero en este nivel tiene que ser importante, tengo que mejorar y tengo toda la predisposición para mejorar en este punto”.

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