Así como contamos la historia de cómo se pensó y ejecutó el armado del Súper Especial “Anselmi-El Puente” días atrás, ahora llega el turno de recordar el tramo diagramado en el Hipódromo de nuestra ciudad, para recibir al Rally Ciudad de San Francisco, por el Campeonato Cordobés de la especialidad. Esta vez, los caballos estaban, pero eran de “potencia” y salían desde adentro de un motor.
Para la 14ª edición del “Rally Ciudad de San Francisco”, disputada durante el viernes 27, sábado 28 y domingo 29 de octubre de 2006, se realizó nuevamente un tramo de características “especiales”, en la carrera con epicentro en nuestra ciudad.
El sector denominado “Hipódromo-Hipódromo”, de 4,65 kilómetros de extensión, se diagramó para ser transitado en dos oportunidades durante la competencia. La primera ocasión fue el sábado por la noche, para el cierre de la primera etapa. La segunda “pasada”, sirvió para dar culminación a las pruebas cronometradas de la carrera y del rally en sí, el domingo, poco después del mediodía.
En la faz reglamentaria, fue una prueba especial más, es decir, no tuvo régimen de “súper especial”. Los primeros autos largaran cada dos minutos y los restantes, cada un minuto.
Traer el rally más cerca de la gente
La “Asociación Amigos del Rally”, organizadores de la competencia, querían brindarle al público de nuestra ciudad, la posibilidad de ver a las máquinas en acción desde un predio que fuera realmente accesible y cercano. El Jockey Club San Francisco, a través de su “Comisión de Carreras”, a cargo en ese entonces del Sr. Oscar Macario, recibió con beneplácito la propuesta. Fue fundamental, el apoyo de un integrante de dicha comisión: José Michelotti.
“Una noche fuimos con José, a quien enseguida le gustó la idea, a ver el Hipódromo y sus instalaciones, para caminar un poco y observar si era posible correr ahí y en forma nocturna. No había una sola luz, nos fuimos alumbrando con los celulares y un encendedor”, recuerda Héctor Rasetto, quien con lo que sacó en claro en ese momento, ya le bastó para saber que se podía hacer.
“Nosotros, además de diseñar el circuito por donde se iba a correr en el Hipódromo, nos encargamos de realizar toda la iluminación, sobre todo en cercanías de donde están las tribunas, para aumentar la visión para la gente”, agrega Rasetto.
“Fue un trabajo muy grande e importante en este aspecto. Desde allí, se veía más de la mitad del circuito y había hasta servicio de cantina armado en el lugar. Se habían diagramado sectores de estacionamiento de vehículos para el público y se habilitaron tres puertas de ingreso para la gente, que se podía ubicar con libertad en el recorrido, que era largo, de más de 4 kilómetros”.
Así era el tramo
“Se largaba sobre la calle principal del ingreso al Hipódromo en sentido contrario. Luego, el trazado realizaba varias curvas hasta cruzar la pista principal. Posteriormente, una recta de 400 metros que desembocaba nuevamente en la pista, haciendo que las máquinas transitaran un amplio curvón, para después, con pequeñas curvas, empezar a desandar los últimos metros hasta llegar al final, prácticamente sobre lo que es la entrada principal al predio, sobre avenida Primeros Colonizadores”.
El piloto de Mina Clavero, Esteban Goldenhersch, navegado por Fabián Cretu y con Mitsubishi Lancer, fue el ganador de la clasificación general de nuestro rally en esa oportunidad.
Segunda y última vez
“Al año siguiente, volvimos a correr en el Hipódromo, pero ya se pensó en algo distinto”, rememora Rasetto.
De esta manera, por segundo año consecutivo, se realizó este sector, siendo esta vez el tramo que marcó el inicio de la competencia en su edición en 2007 y también el cierre de la misma. La rampa de largada, estuvo ubicada dentro del mismo predio, frente a las tribunas del Hipódromo “Oscar Carlos Boero”, con capacidad para más de 4.000 espectadores.
“Luego de la rampa, el viernes por la noche, desde las 21, se puso en marcha el paso de los autos por ese tramo especial. El trazado diagramado era totalmente nuevo, con una extensión de solo 1.100 metros, ubicándose el mismo en la parte interna de la pista auxiliar, frente a la tribuna principal, desde donde se podía ver en su totalidad”, menciona Rasetto.
“Otra vez se iluminó todo, con un gran trabajo previo. Era una especie de tramo de persecución, largando dos autos al mismo tiempo, en sentido inverso uno del otro. Tenían que hacer dos vueltas cada uno al circuito, totalizando así 2.200 metros de recorrido. Tenía sectores trabados para el derrape de las máquinas y lugares de velocidad. Había quedado un atractivo dibujo”, recuerda Héctor.
Esa 15ª edición, se la adjudicó el piloto minaclaverense Pablo Curletto, junto a Diego Cangnotti, a bordo de un Mitsubishi Evo IX; quienes luego terminarían llevándose el campeonato de la clase mayor del rally provincial en esta temporada 2007.
La carrera en nuestra ciudad se realizó del 2 al 4 de noviembre. Como era habitual, tuvo un gran número de representantes locales, destacándose las victorias en sus respectivas clases de Marcos Benedetto junto a su tío Héctor (VW Gol-A6); y de Luís María Vega navegado por Federico Bressan (Fiat Palio-N2).
Esa fue la segunda y última vez, que se utilizó un tramo diagramado en el predio del Hipódromo de nuestra ciudad para el paso del rally. Después, llegaría el momento de que se corriera el “Súper Especial del Paseo Cervantes”, el cual recordaremos próximamente.