El nombre que más fuerte suena por barrio Alberione es el de Bruno Martelotto para tomar las riendas del equipo profesional de Sportivo Belgrano. Aróstegui quiere darle continuidad al proyecto que había puesto en marcha y el sanfrancisqueño era parte del mismo.
El nuevo presidente de Sportivo Belgrano, por “ausencia” de Pablo Esser y avalado en el estatuto del club, asumió en el cargo principal de comisión directiva el jueves y ya ha tomado decisiones considerables. Juan Manuel Aróstegui tiene la idea fija en poder elevar un escalón más el proyecto que había iniciado en inferiores y ahora lo plasmará en el equipo profesional del Federal A.
Por eso, la primera medida fue comunicarle a Carlos Mazzola que no seguirá en el cargo de entrenador y el nombre que toma más fuerza por barrio Alberione es el de Bruno Martelotto, excompañero de equipo de Aróstegui (En Malasia en dos oportunidades) y que desde hace un tiempo trabajaban a la par en la estructura futbolística.
Ambos se conocen desde muy chicos; ven el fútbol de igual manera y son devotos que las estructuras de un club se fortalecen desde abajo hacia arriba. Bruno fue ayudante de campo de Mazzola en el último campeonato, aunque había renunciado a ese lugar en el inicio de la pandemia. Inclusive, el sanfrancisqueño llegó a dirigir un encuentro de manera interina, cuando igualó 2 a 2 con Defensores de Belgrano tras la salida de Cristian Domizi.
Jugar con chicos del club, rodearlos con hombres de experiencia dentro de la divisional, pero con el firme objetivo de nutrir al primer equipo con “materia prima propia” parecería ser el plan y allí el apellido Martelotto toma relevancia para el nuevo presidente, Juan Manuel Aróstegui.