El tucumano Luciano Ortíz es la nueva incorporación de San Isidro para la próxima Liga Argentina. Tras ser protagonista en el ascenso de Racing de Chivilcoy, el interno ya se encuentra en San Francisco y espera con entusiasmo el inicio de la pretemporada el próximo miércoles en el estadio “Antonio Manno”.
“Es medio gracioso estar acá, porque antes me tocaba venir como rival, pero ahora estoy muy contento. Es un desafío muy lindo que quería tomar. San Isidro es prácticamente el equipo a vencer, lo viví el año pasado, y me hablaron muy bien de la institución. Ahora quiero dar lo mejor para cumplir el sueño”, señaló en diálogo con DIARIOSPORTS.
Sobre su decisión de llegar a San Isidro, Ortíz explicó: “Sentía que antes de un salto a Liga Nacional quería consolidarme en Liga Argentina. Lo hablé con mi gente íntima y todos me apoyaron. Hoy estoy en una nueva ciudad, con expectativas altas y con muchas ganas de este desafío”.
El plantel de Sani mantiene gran parte de la base, algo que el tucumano valoró: “Enfrenté a este equipo y sé lo duro que es. Eso me motivó a venir. Todavía no compartí mucho con los chicos, pero sé que son grandes jugadores. Ahora toca entrenar y ponernos de la mejor forma para la temporada”.
Además, reconoció que habló con ex jugadores de San Isidro antes de decidir: “Emi, Santi y la Foca me hablaron muy bien del club. Eso también influyó en mi decisión”.
Respecto a lo que puede aportar, el interno no dudó: “Mucha garra. Soy un jugador muy huevero, como se dice. Defensa y en ataque lo que me toque. Estuve trabajando mucho en la parte ofensiva para sumar a mi juego, pero sobre todo voy a aportar garra”.
Con pasado reciente de éxito, Ortíz aseguró que mantiene el hambre de gloria: “Venía buscando un ascenso hace mucho, jugué cinco finales y recién en la última se me dio. Cuando lo lográs pensás: ‘¿Y ahora qué?’. Pero venir acá también es un objetivo: lograrlo con este club que lo busca hace tiempo. Tengo esa llamita interna de volver a intentarlo”.
Finalmente, dejó un mensaje sobre lo que significa perseguir un objetivo tantas veces esquivo: “Es como dicen, no hay que dejar de intentar. Mientras más lo buscás, en algún momento de tanto golpear la pared, se rompe. Lo viví en carne propia y creo que es un buen momento para que San Isidro pueda dar ese salto”.
