El sanfrancisqueño Diego Mondino vivió una tarde inolvidable con la camiseta de Gimnasia y Esgrima de Mendoza. En el duelo frente a Estudiantes de Buenos Aires, el defensor central alcanzó los 200 partidos con la camiseta del Lobo, y lo celebró de la mejor manera: con un triunfo y el reconocimiento de todo el club.
A sus 31 años, “La Tota” se ha convertido en una referencia dentro del equipo que dirige Ezequiel Medrán. Fue parte del último ascenso a la Primera Nacional, es capitán y uno de los símbolos de un plantel que busca seguir siendo protagonista.
“Estoy muy feliz por este reconocimiento. Ya son muchos años en el club y me siento muy agradecido con Gimnasia. Ojalá sean muchos partidos más”, expresó Mondino, emocionado tras el homenaje que recibió en la previa del encuentro.
El defensor recordó con claridad cómo fue aquel primer partido con la camiseta del Lobo: “Debuté contra San Lorenzo de Catamarca por el Federal A, justo en el año en que logramos ascender. Fue un momento muy lindo que quedó grabado.”
Sobre la victoria ante Estudiantes de Buenos Aires, destacó la importancia de sumar de a tres para mantenerse en la pelea: “Era clave volver a ganar para seguir arriba. En este torneo, la regularidad es lo que te mantiene con chances de pelear por cosas importantes hasta el final.”
Mondino llegó a Gimnasia en 2017, tras jugar el Federal A con Defensores de Belgrano de Villa Ramallo. Con la camiseta del Lobo logró el ascenso a la Primera Nacional en 2018, en aquel recordado 1-0 con gol de Cristian Llama ante Defensores en el estadio Víctor Legrotaglie, escribiendo una página que quedó marcada en la historia del club.
Aquel plantel campeón comenzó con la conducción de Marcelo Fuentes y cerró el ascenso con la dupla Darío Alaniz-Martín Abaurre, con Mondino como pieza fija en la defensa, consolidándose como uno de los jugadores más queridos por la gente.
Hoy, con 200 partidos en el lomo, Mondino no solo suma experiencia y presencia en cada fecha, sino que también sigue alimentando el sueño de un club que busca volver a ser protagonista en el fútbol argentino.
