Luego de la positiva campaña que realizó su equipo en el regreso a la institución, Daniel Beltramo ya pone todas sus energías en la Temporada 2022/2023. Empieza a delinear el equipo, con una base importante del reciente.
El regreso de “Pirincho” a San Isidro fue sumamente positivo. Rápidamente plasmó su característica idea de darle minutos importante a los chicos, a los más jóvenes que solamente sumaban tiempo de juego en contadas oportunidades, demorando su crecimiento.
De pronto, los Halcones Rojos elevaron su capital basquetbolístico y abrieron considerablemente su visibilidad a futuro. El proceso “de abajo hacia arriba” se puso en marcha y con la 2021/2022 ya escrita, la decisión de Beltramo fue un dardo al 100 del tablero.
No solo por el 70.58% de victorias (36 en 51 partidos), sino por números aún más pequeños en estadísticas, pero para nada menos importantes. Suñé pasó de estar en cancha 2.2 minutos a 13.8 (de 0.3 puntos por juego a 5.8), Diotto triplicó sus puntos (de 0 a 3.4 en 9.6 minutos) y Cuesta de 3 minutos a 8 en esta temporada.
A ello sumarle la confirmación del “despegue” de Federico Zezular; cambiándolo de posición en medio de la competencia y el “descubrimiento” de Santiago Bruno, el base que solamente había tenido experiencia de Provincial en Almafuerte de Las Varillas.
El propio Beltramo preparó el terreno, lo abonó y lo sembró. En cuestión de meses el producto se observa; ahora será obra de la continuidad del trabajo, la idea y de tiempos para la cosecha, además de conocer el rinde.
A que sea fructífera apunta el propio entrenador del “Santo”, en conjunto con la dirigencia. Tienen en mente poder mantener una base por demás numerosa, algo que pocas veces había llevado a cabo en temporadas anteriores. ¿Un solo refuerzo?, ¿dos?… preguntas que se resolverán más adelante, pero si parece ser seguro que no habrá un cambio radical de plantilla.