Hoy, primero de marzo de 2022, el Club Atlético San Isidro está cumpliendo 102 años. En el siguiente escrito, la historia de como se fundó una de las instituciones más representativas de San Francisco.
Textos extraídos del libro “Club Atlético San Isidro, 100 años”, de Francisco Martelotto.
… “¿y si nos unimos y formamos un club todos juntos?”, se escuchó fuerte un domingo de febrero por la mañana, del año 1920; palabras que alertaron a los más de 20 jóvenes que se encontraban en el lugar y que rápidamente asintieron con la cabeza, como visualizando algo… algo que llegó a tener 100 años.
Eran los jugadores de Sportmen y 9 de Julio, dos clubes de barrio de la zona sur de la ciudad que se reunieron para jugar un partido de fútbol con una docena de naranjas como premio. Era el fútbol lo que los apasionaba, era la pelota la que los juntaba… “Nos tenemos que unir todos, armar un club y trabajar por él”, se impuso otro de los que recién terminaban de correr y que se dirigía a buscar su trofeo dulce y jugoso.
Las ideas no paraban, la charla prometía continuar hasta pasado el mediodía, pero los clásicos matiné cinematográficos eran más fuerte en aquellos domingos sanfrancisqueños. “Vamos a seguir hablando del nuevo club, lo tenemos que hacer, estamos todos de acuerdo en eso”, levantó su voz otro que se sumaba a la idea, mientras recogía su bicicleta desde el piso que lo trasladaría hasta su casa para el almuerzo familiar en las manzanas lindantes a la plaza General Paz.
Los dos grupos de muchachos vivían en un mismo barrio, distanciados apenas por unas pocas cuadras. Los de 9 de Julio con su sede por las calles San Martín (actualmente Dante Alighieri) esquina 20 de septiembre (hoy Echeverría), y los que formaban parte de Sportmen se reunían en su cancha donde hoy está edificada la Escuela Normal Dr. Nicolás Avellaneda.
Se conocían, se saludaban, la rivalidad solo estaba dentro de la cancha y con una pelota de por medio. Los hermanos Pedro y Jorge Fava, Emilio y José Barrios, Rodolfo y Humberto Chiappero, José Panero, Juan Gianotti, Felipe Cadenazzi, Lucas Morales, Alejo Ferrari, Guido Grandetti, Constancio Ferrari, por un lado; José Granado, Raúl Fantone, Olimpio Carnasciali, David Portilla, José Pelganti, Santiago y Francisco Delzoppo por el otro.
Había buenos jugadores en las dos partes; lo mostraron esa misma mañana que terminaron empatados. Los restantes clubes de la ciudad eran más fuertes, por eso la moción de fusionar no solo el buen juego, sino también los propósitos fueron determinantes para avanzar.
El tiempo de vacaciones escolares lo permitió. La reunión cumbre quedó establecida para el lunes primero de marzo de ese 1920, días después del partido por las naranjas y cinco años posteriores a que San Francisco alcanzara el estatus de “ciudad”.
El lugar físico fue la casa de los hermanos Barrios, en un galpón donde se guardaban los forrajes. Algunos sentados en sillas, otros desparramados por el pasto seco mientras masticaban espigas de trigo al estilo granjero. Estaban decididos, solo tenían que ponerse de acuerdo en los puntos más importantes y por ello fueron.
Lucas Morales, Emilio y José Barrios, Humberto y Rodolfo Chiappero, Pedro y Jorge Fava, Santiago y Francisco Delzoppo, José Panero, Juan Gianotti, Guido Grandetti, Alejo Ferrari, Felipe Cadenazzi, Olimpio Carnasciali, Pedro Utrera, Horacio Sueldo, Juan Chávez, Raúl Fantone y José Granados fueron los presentes, los mismos que días atrás habían sido rivales en el “picado”, donde luego emergió la brillante idea.
“Busquen allá atrás, hay algunos mecheros que usaban en el ferrocarril”, ordenó uno de los presentes mientras el sol caía y la oscuridad no pedía permiso para ingresar repentinamente en el galpón. La reunión se dilataba, no era para menos, la fundación de un club estaba puesta sobre la mesa. Las llamas le dieron otro marco, el inicio de una nueva institución deportiva no iba a pasar de esa noche.
“¿Cómo vamos a llamar al club?” preguntaron mientras los ojos de muchos de los presentes empezaron a revolearse por todas partes… pasaron solo 5 segundos y dos voces de manera simultánea se hicieron oír. Una de ellas dijo “Racing”, mientras que la otra sonó más clara y fuerte con “San Isidro”. La discusión en buenos términos tenía que llegar a una resolución. El papel del libro de actas aguardaba, la tinta estaba lista para dejar marcado el comienzo de un nuevo club.
“Decidimos llamarlo San Isidro”, comunicaron de manera oficial ante los rostros iluminados por las llamas de los mecheros que se usaban en el ferrocarril, pero también por la ilusión que se generó en el mismísimo granero. Se fundamentaron por el campeonato moral y la trayectoria que construyó el club de Buenos Aires desde 1902.
Los mecheros comenzaron a bajar su intensidad, faltaban algunos minutos para las 11 de la noche de aquel lunes 1 de marzo de 1920. “Dejemos establecida una comisión hasta tener los estatutos confeccionados”, dijeron. Las manos se levantaron y las autoridades elegidas en forma provisoria quedaron determinadas.
Cinco minutos después de las once, Pedro Fava, Alejo Ferrari y Juan Gianotti estamparon sus rúbricas con la tinta fresca, sobre el acta que marcaba fehacientemente el nacimiento del Club Atlético San Isidro.
Se abrazaron, el apretón de manos se extendió por los siguientes tres minutos, la alegría se sentía y se manifestaba. El galpón de forrajes fue el testigo principal mientras los mecheros del ferrocarril buscaban consumir las últimas gotas de combustible para no arruinar el momento. No había sido una simple reunión, había sido el comienzo de una historia, una historia que lleva 100 años.
…Los mecheros, que eran del ferrocarril, se apagaron… era hora de volver a casa…
Primera Comisión Directiva
Presidente: Alejo Ferraris
Vicepresidente: Pedro L. Fava
Secretario: José Granados
Prosecretario: Emilio Barrios
Tesorero: Guido Grandetti
Protesorero: Jorge F. Fava
Vocales: Lucas Morales, Santiago F. Delzoppo, Olimpio Carnasciali, Raúl Fantone y Felipe Cadenazzi.
Acta de fundación
En la ciudad de San Francisco, Provincia de Córdoba, departamento San Justo, República Argentina, a un día del mes de marzo de mil novecientos veinte y siendo las veinte horas y treinta minutos, reunidos con el fin de cambiar ideas sobre la necesidad de la formación de un Club Atlético, los Sres. Lucas Morales, Emilio y José Barrios, Humberto y Rodolfo Chiappero, Pedro y Jorge Fava, Santiago y Francisco Delzoppo, José Panero, Juan Gianotti, Guido Grandetti, Alejo Ferrari, Felipe Cadenazzi, Olimpio Carnascialli, Pedro Utrera, Horacio Sueldo, Juan Chávez, Raúl Fantoni, José Granados, resuelven por unanimidad dejar fundado en el acto un Club Atlético, cuyo fin será practicar y difundir en primer término el deporte llamado fútbol, siendo facultativo de las futuras Asambleas de sus asociados fijar o extender a otros deportes las actividades del mismo.
Adoptar para la institución que se deja creada el nombre de Club Atlético San Isidro.
Adoptar como distintivo para los jugadores del equipo, la camiseta blanca y roja a rayas verticales con pantalón blanco, para la Institución una bandera con los mismos colores, con dos franjas rojas a las orillas y una blanca en el centro. Para los señores socios el escudo con los colores del Club y la inscripción de “C.A.S.I.”.
Nombrar una comisión formada por los Señores Pedro Fava y Raúl Fantoni, Olimpio Carnasciali y José Panero a fin de que presenten a una nueva asamblea que se citará a los efectos, un proyecto de Estatutos.
Se nombra una comisión de tres de los Señores presentes para firmar la presente acta, cuya elección se hace nominal, recayendo en los señores Pedro Fava, Alejo Ferrari y Juan Gianotti.
No habiendo para más se levanta la sesión siendo las veintitrés horas cinco minutos”.