El club de calle Corrientes encaró para este 2022 un nuevo proyecto en la disciplina vóley. Se amplió el cuerpo técnico y se apuesta hacia un futuro prometedor.
Con la contratación de Mario Castel como entrenador de las primeras divisiones tanto femenina como masculina se da un salto de calidad. Continuará Mailén Mansilla con la tarea formativa junto a Gabriela Allesi. Además se sumó Hernán Crespo como preparador físico de las categorías competitivas.
Todo estará supervisado por la actual dirigencia de la entidad que tendrá en Analía Dussin como encargada del vóley junto a un grupo de padres.
Dussin expresó en primera instancia que “el año pasado fue muy difícil, conseguir técnico fue difícil. Este año tenemos un proyecto muy interesante. Mailén (Mansilla) había pedido tener una ayuda en la parte de mini vóley porque es donde tenemos la mayor cantidad de nenas. Y en la parte competitiva necesitábamos alguien a quien realmente darle autoridad”.

Agregó que “queremos poner en primer lugar la formación del ser humano pero no a cualquier costo. Queremos que se disfrute el hacer deporte. Como con la pelota sola no alcanza apostamos a una preparación física desde pequeños y es por eso que se trató de armar un equipo buscando lo mejor que podíamos encontrar priorizando la calidad humana y profesional”.
La representante del vóley de la entidad “santa” dijo que “este proyecto comienza desde abajo. Tenemos que tener los mejores formadores desde la parte técnica como desde la parte física, ni hablar de la parte psicológica y nutricional, pero lo más importante es formar en valores”.
En cuanto a los objetivos marcó que “la idea es que el tiempo que invierta el jugador o jugadora sea bien invertido, a que el esfuerzo que hagamos del club sea válido, a que lo que hagan los chicos sirvan para ellos. A largo plazo el básquet nos mostró un camino, y si en nuestra región siempre hubo un buen vóley por qué no recuperar eso. Estamos muy bien posicionados en cuanto a zona y el club tiene un potencial increíble”.

Sobre la elección del nuevo grupo de trabajo aseveró que “tuvimos un apoyo importante de la dirigencia del club para ir para adelante. Sumamos a Hernán Crespo que es un excelente profesional como preparador físico, a Gabriela Allesi que no solamente es formadora en vóley sino que es muy buena preparadora física. Lo único que le pedimos fue un trabajo en equipo”.
La palabra de los entrenadores
Mario Castel y Mailén Mansilla serán los entrenadores a cargo de la mayoría de las categorías. Se sumará Gabriela Alessi en el mini vóley.
Ambos dejaron sus impresiones sobre el nuevo proyecto que encara el Club San Isidro y como lo ven hacia adelante.

Mansilla, que estará en la parte formativa y con la categoría Sub 16 argumentó que “en la etapa de formación es el lugar donde más cómoda y funcional me siento. Con el Sub 16, que está en la zona competitiva lo sigo entrenando porque es el grupo del club en el que más se refleja mi trabajo. Fue un grupo que tuvo mucho resultado y mucho crecimiento”.
Es la entrenadora que sigue en el club desde el 2019 y por eso expuso que “desde que llegué al club todo estaba en la cabeza pero faltaban recursos para concretar estas cosas. El vóley para sostenerse necesita de muchas columnas y hoy siento que están todas sosteniendo la gran estructura a la que queremos apostar”.
También dijo que “en las categorías formativas mientras más personas seamos trabajando mejor porque son las edades que más atención necesitan y las que más demanda de atención exigen. Estoy muy contenta que se haya sumado Gabi (Allesi) que a su vez va a estar a cargo de la formación física, algo que consideramos que se tiene que desarrollar a temprana edad. Apostamos a un desarrollo integral de la deportista”.

Además sobre sus nuevos compañeros de trabajo expresó que “la incorporación de Mario (Castel) y Hernán (Crespo) es un salto de calidad que tiene esta apuesta del club. Con Mario tenemos muchos conceptos en común y hace mucho que venimos trabajando para terminar de darle la forma al proyecto”.
Por su parte Castel dio su impresión de porque decidió sumarse al proyecto de San Isidro. “Me agarró en un etapa de cambio y me comentaron que San Isidro estaba buscando entrenador. Cuando me dijeron que querían cambiar la cara e invertir en el vóley, que tenían las instalaciones, los espacios y los recursos humanos, entonces no cabía duda que no iba a salir mal”.
Con un amplio currículum se siente cómodo trabajando tanto con mujeres como con hombres. “Estuve seis años con mujeres y los mismos con varones. He hecho casi la misma cantidad de ligas argentinas tanto con mujeres como con varones entonces no se me dificulta cambiarme de una rama a la otra. Me siento más cómodo con mujeres por una cuestión que he tenido más objetivos logrados con ellas”.

Agregó que “el desarrollo básico acá en San Isidro van a ser las mujeres y con los varones queremos formar una primera para que sea un grupo de referencia para arrancar más tarde con un mini vóley. Pero no solamente una referencia en lo deportivo sino en la responsabilidad y la entrega con el club”.
Sobre sus objetivos dijo que “queremos intentar sumar muchísimas nenas y nenes, además mejorar desde lo técnico y táctico. Uno pretende ganar siempre pero yo creo que el desarrollo técnico y táctico evolucionando te da como resultado ganar indiscutidamente”.

Las competencias a las que apuntan
El proyecto no sólo abarca lo formativo sino que también tiene su punto hacia lo competitivo. Es por eso que desde los entrenadores la idea es tratar de competir lo máximo posible.
Mansilla adujo que “soy de las que cree que la jugadora se termina de formar en la cancha, en la situación de juego. Y ahora apostamos a eso, queremos que las chicas tengan el mayor roce posible”.
Además de la liga local se apunta a que las categorías se sumen a la mayor cantidad de Abiertos y tratar de poder disputar la Liga Provinciales y/o nacionales.

