Juan Manuel Aróstegui y Lucio Girardi son los responsables en la coordinación del fútbol formación de Sportivo Belgrano y Proyecto Crecer, respectivamente. En DSP analizaron cómo le afecta al jugador de inferiores este largo parate futbolístico.
Son seis meses, desde aquellos primeros días de marzo y aún no se sabe hasta cuándo. El 2020, desde lo deportivo, está perdido. La Liga Regional de Fútbol confirmó que no habrá competencia oficial en lo que resta de este año y tampoco el regreso a los entrenamientos tiene un panorama claro.
Este largo parate, a causa de la pandemia, desliza un sinfín de inconvenientes que produce un cambio tan brusco como el que estamos vivenciando. DIARIOSPORTS hacen hincapié en la formación de jugadores de fútbol, pero que tranquilamente se podría transpolar a todos los deportes con jóvenes en cuestión.
La pandemia y el aislamiento obligatorio decretado por el Gobierno en su momento hicieron que los clubes buscaran soluciones alternativas para no perder el contacto diario con sus futbolistas de inferiores, pero a medida que se fue extendiendo, la comunicación fluida fue decayendo.
Lucio Girardi, coordinador de Proyecto Crecer y Juan Manuel Aróstegui, coordinador de Sportivo Belgrano son voz autorizada para analizar el presente en San Francisco, con chicos que tienen “ciertas libertades”, pero que no pueden entrenar en sus clubes desde hace medio año.
“La situación se alargó más de lo que pensaba en un comienzo. Primero arrancamos por medio de zoom y alguna que otra plataforma y pasando trabajos semanales”, comenta Lucio que en Crecer además de chicos de nuestra ciudad, albergan a jugadores de diferentes puntos del país que tuvieron que regresar a sus hogares por la situación sanitaria.
“En esto la parte complicada es la psicológica, no lo futbolístico ni lo físico. A esa edad el contacto social es fundamental, la parte física se recupera rápido, son chicos con poder de adaptación mucho más grande que un adulto, pero están perdiendo el tiempo de compartir con el compañero, el vestuario, eso es lo más importante”, enfatiza Girardi y agrega: “Hay chicos que ya hace cinco meses que no hacen nada, más los que viven en departamentos, sin muchas chances de salir. Lo emocional y psicológico es lo que más se daña”.
Por su parte, JM9 también resalta lo psicológico como primordial: “Afecta a todos, afectó a la gente mayor y a la gente más chica independientemente si hacen o no deporte. El encierro fue significativo que generó sedentarismo, sin permitir que la cabeza siga creciendo. En inferiores hay edades que este año tenían la oportunidad de explotar como la 2005, el año que viene lamentablemente volverán a compartir categoría con los más grandes y eso les saca juego en partidos”, analiza el goleador histórico de la verde.
“Los que están rozando los 16, 17 o 18 años fue netamente negativo porque te acelera a decidir si te ponés a estudiar, a trabajar, ven con otros ojos dedicarse a otra cosa. Los más chicos que salieron del baby se atrasan un año por las dimensiones de la cancha, de conocer a sus compañeros, ellos también sienten la pérdida de este año. En cuanto a lo físico, se perdió un año, también en lo técnico en cuanto al crecimiento, pero lo psicológico es primordial”, concluye el análisis.