En una carrera en el llano, tratándose de rally, siempre hay que buscarle la vuelta para hacer una competencia atractiva. San Francisco, cada vez que recibió al rally por una fecha del campeonato provincial, desde que un mismo grupo de gente se hizo cargo de la realización de esta prueba allá por 1995 y hasta 2013, en su última edición, buscó alternativas para armar un especial que saliera de lo “normal”.
No en vano, en varias temporadas, fue declarado el Rally Ciudad de San Francisco, como la fecha mejor organizada y la más atractiva del campeonato provincial de la especialidad.
En 1995, la carrera comenzó a ser organizada por la Subcomisión de Automovilismo del Sport Automóvil Club, ya que años antes hubo realizaciones de este tipo de competencias por parte de la A.Pi.Kart (Asociación Pilotos de Karting).
Pocos años más tarde, el mismo grupo de personas que estaba en el Sport, conformó la Asociación Amigos del Rally, que se encargó de realizar el que fue, para muchos, el evento anual más importante para nuestra ciudad en el deporte motor, hasta su última disputa en 2013. Por eso, vamos a repasar especiales de velocidad que marcaban en parte, lo distintivo que tenía la carrera que se organizaba por estas tierras.
Justo para la décima edición en el año 2002, en el mes de diciembre, válida por la última fecha del calendario de esa temporada, fue toda una novedad para un rally provincial -ya que demandó casi 5 meses de trabajo-, la concreción del tramo especial “Anselmi-El Puente”, sobre la vieja ruta que conducía a la localidad de Luxardo.
“Cortamos con un soplete, una parte de las vías del ferrocarril que estaban sin uso. Las llevamos hasta donde había uno de los desagües por donde continuaba el ferrocarril, para armar allí la parte de arriba, el puente, por donde pudiera pasar un auto de carrera”, recuerda Héctor Rasetto, quien todavía guarda el dibujo original que ideó en su cabeza, sobre cómo sería esta prueba especial.
“Tuvimos que ensanchar esa parte para hacer el puente, con durmientes, rieles y madera, ya que las vías en sí, eran muy angostas ahí arriba y en lo que era el desagüe, que estaba realizado en concreto, por abajo, ya se había preparado para que pasara también un auto en carrera. La idea era ver pasar a los autos tanto por arriba como por debajo en ese sector, recorriendo un mismo circuito espejo y largando dos autos a la vez”, agrega Héctor.
“Fue una locura para la época, no existían circuitos de estas características para el rally, con excepción del mundial, por ejemplo. Desmalezamos y sacamos arbustos pequeños durante meses y acomodamos el piso en todo el tramo. Demandó muchísimo trabajo y Alejandro y Marcelo Anselmi, hasta nos ayudaron con empleados y elementos para poder llevar a cabo todo. Por eso el nombre de Súper Especial Anselmi-El Puente”.
“Se corrió de noche y se hicieron las cuatro de la mañana, había como 80 autos, una época tremenda del Rally Cordobés. Todo el mundo quiso venir a correr a San Francisco. Se largaban de a dos a máquinas al mismo tiempo y debían realizar dos vueltas. En una vuelta, uno de los autos pasaba por abajo y el otro por arriba y para la segunda vuelta, invertían el paso por ese lugar”.
“El desafío fue pensar un dibujo donde los autos pasaran por allí, poco después de que largaran, tratando de que lo hicieran al mismo tiempo o lo más cercano posible uno por arriba y el otro por debajo, casi juntos en ese lugar, para el espectáculo que esperaba el público, que fue en gran cantidad a ver el rally esa noche”, rememora Rasetto.
“Se corrió con régimen de tramo Súper Especial. Esto significaba que, si un auto se detenía por cualquier cuestión en ese sector, se paraba la carrera para retirarlo del circuito y se le daba una penalización por tiempo. Luego se volvía a poner en marcha la carrera”.
“También había que lograr, después de la primera vuelta, que los dos autos llegaran en ese circuito espejo, casi juntos al salto de la vía que había también, pero en la última curva del trazado. La idea era que saltaran los dos autos al mismo tiempo, donde terminaba el tramo especial. Por eso, si venían haciendo el mismo tiempo en carrera, los dos autos saltarían al mismo momento, estaba pensado que si venían parejos en los registros se daba eso”.
Sin dudas fueron innovaciones, de esas que solo un par de locos apasionados, puede lograr. En ese “Gran Premio” de la temporada 2002, el Súper Especial “Anselmi-El Puente” se puso en marcha el viernes 12 de diciembre a las 22 horas, dando inicio así al “10º Rally Ciudad de San Francisco”. Tenía una extensión aproximada de 3,5 kilómetros. Fue el primero de un total de 18 tramos cronometrados que presentó la carrera, que tenía un recorrido total de 532,200 kilómetros, de los cuales 160,140 correspondían a sectores de velocidad.
Esa competencia, también es recordada porque significó el primer triunfo en una clasificación general de un binomio local en nuestro rally, ya que Orlando Cravero junto a Atilio Messina, se quedaron con la victoria sobre un Subaru; en tanto, Marcos Benedetto, navegado por su tío Héctor en la butaca derecha de un VW Gol, se consagraron campeones en ese momento en la categoría N1.
Rasetto, después ideó también otros tramos especiales muy recordados, que se disputaron por el Rally Ciudad de San Francisco, como lo fueron el del “Hipódromo” y el del “Paseo Cervantes”, de los cuales, les hablaremos próximamente en DIARIOSPORTS.